Vida universitaria (Capítulo 2)

Llegaron a la fiesta a la 23:00. Quien abrió fue Sofía.

– Hola Marc, ¿y ella? – lo dijo por su hermana     

– Mi hermana, Agustina, es que no tenía con quien venir. Agus ella es Sofía vamos en la misma clase.   

– Hola Sofía       

– Hola, que disfruten la fiesta.            

Como siempre lo hacía, al rato Agustina estaba en un rincón comiendo, esta vez ramitas, aunque en esta ocasión se le acercaron.

– Hola, ¿tú que estudias? – era Javier

Ella levanto la vista, pero no le hablo no tenía el ánimo de iniciar una conversación.

– Ven, aquí no puedo escuchar lo que dices- y la tomo del brazo llevándola al patio.   

– Ahora sí, ¿qué me dijiste? – hablo Javier            

– Nada no hable         

– Pues ahora puedes contestarme.  

– ¿Qué quieres saber? – dijo Agustina            

– Tu nombre, edad, que estudias, y quien te trajo- le contesto Javier       

– Agustina, 17 años, cuarto año medio y vine con Marc, pero me voy así que….          

– Marc es tu……     

– Hermano- finalizo Agustina- sí, sí, sé que no nos parecemos.     

De repente ella se queda callada observando a una pareja, Javier se volteo y vio con mucha sorpresa que Sofía y Marc estaban muy cerca. Agustina se fue directo donde estaban e interrumpió justo cuando Sofía lo iba a besar.

– Mira siempre me haces lo mismo Marc, pero esto es el colmo, agarrando con esta, por favor que tienes en la cabeza- dijo muy molesta Agustina.     

– Bien, nos vamos, chao Sofía nos vemos- dijo como si nada hubiera pasado Marc.        

– No, no, tú te quedas donde estas porque vas a escuchar lo que le tengo que decir a esta pendeja.  

Pero Marc dijo:

– Cuando termines de pelear con ella me buscas afuera Agustina- y se fue.      

– Agustina, ese es tu nombre, escucha bien, a mí nadie me trata de “ESTA”, además me robaste el mejor momento con tu hermano. Si vuelves a entrometerte te juro que te arrepentirás.        

– ¿Terminaste?, Primero que nada, te diré como se me antoja, lo segundo a mi hermano una suelta como tú no lo tocara, y por último piensa lo siguiente: ¿quién es la pendeja; yo o tú que te rebajas a discutir conmigo no se supones que tú eres “madura” – y diciendo esto último se fue en busca de Marc sin darle el tiempo a Sofía de contestar.     

– Sofí, ¿la conoces? – dijo Javier que se acercó a ella.     

– Sí, sí, es la hermana de Marc      

– Si ya lo sé, pero no sabía que se odiaran- hablo Javier       

– Cállate, imbécil- dijo Sofía

Cuando Agustina llego donde su hermano lo encontró durmiendo en el auto.   

– Oye, tarado, despierta- dijo remeciendo a Marc.  

– Si ya desperté, pensé que demorarías más.       

– Me desesperas, Marc, te tomas todo a la ligera. Tu pretendiente me acaba de amenazar, ¿qué hacías con ella? – hablo Agustina.                   

– La verdad ahora que lo pienso ella nunca se me había acercado así, me dijo que se había dado cuenta de que conmigo podía ganar mucho y me iba a dar un beso, pero tú llegaste.       

– Que beso, eso es un traspaso de amebas, bacterias, de todo, por eso yo jamás daré un beso y si lo hago será porque está loca- dijo poniendo cara de asco.    

– Perdón, ¿qué dijiste?, es que no te tome atención- hablo distraído Marc ya que se había dado cuenta de que se había pasado unas cuantas cuadras de su casa.    

– Nada, fíjate cuando manejes.  

 Llegaron a su casa a las 1:00 a.m. su mamá dormía, se acostaron sin hacer ruido alguno.

 Mientras Sofía y Javier conversaban, ella se mostraba más distante que nunca.  

– ¿En qué piensas? – dijo Javier  

– Quiero pedirte un favor- respondió Sofía              

– ¿Cuál?   

– Necesito que te hagas el mejor amigo de Marc, a cambio te puedes quedar con su hermana, que parece que te gustó- terminó de decir ella con cierta inexpresividad en su voz….          

Al día siguiente en casa de Marc la madre les preguntaba cómo les había ido.  

– Bien…- dijo Marc 

– Bien… mal, querrás decir- completo Agustina- pero omito comentario- diciendo esto se levantó y se fue a su pieza.    

– ¿Qué paso ahora? – pregunto la mamá        

– Se puso a discutir con una compañera, pero no paso a mayores.    

Iba a decir algo más paro justo tocaron el timbre.

– Yo voy ma- dijo Marc.

Se llevo una buena impresión cuando vio a Javier en la puerta.

– Ho… hola- dijo Marc.        

– Hola, ¿tu hermana?, quede de venir a buscarla. – dijo Javier     

– Pasa, la voy a llamar. ¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡AGUSTINA TE BUSCAN!!!!!!!!!!- grito Marc como de costumbre.     

– Ya voy- respondió Agustina.    

Al bajar y ver a Javier quedo petrificada apenas habían hablado y él la venia a buscar.

– Hola, eh… no me sé tu nombre ayer no me lo dijiste- comenzó a decir Agustina     

– Que tonto soy como no me presente, mi nombre es Javier Fernández.      

– Bueno Javier, ¿qué quieres?     

– Que salgamos, no quiero un no como respuesta- dijo Javier       

– Si no me queda otra, voy a cambiarme de ropa y vamos- y cuando iba a subir él la detuvo. 

– Así te ves hermosa, como sea te veras bien    

– Si tú lo dices, Ma, voy y vuelvo- dijo ella.   

Al rato de que ellos se fueron a Marc lo llamaron era un número desconocido

– Aló- pero nadie respondió- eh…. hola, estas gastando plata vas a hablar- dijo Marc entonces colgaron…      

Mientras tanto Javier y Agustina conversaban.

– Ves que aparte de bonito soy divertido- dijo él     

– Pues bonito no eres, pero si es entrete hablar contigo.      

Al doblar la esquina Javier la tomo por la cintura y la arrincono a la pared.

– Nadie puede decir que no soy bonito menos tú que serás mi polola.        

– Primero suéltame- dijo nerviosa Agustina, que empezaba a sudar frío- segundo yo no tendré ningún tipo de relación amorosa contigo, eso es para tontos que tienen tiempo que perder y gracias a Dios no es mi caso. Chaíto- y diciendo esto se fue él no la siguió solo la vio irse y dijo para sí:

– Ya verás cómo te arrepientes de lo que dijiste.

Fin Cap. 2