Diversas Personalidades (Capítulo 5)

Hay cosas que no se pueden evitar y una de ellas es que Esteban, Aimary, Tina y yo nos convertimos en muy buenos amigos. Esteban seguía pesado y eso era bueno porque su relación con Aimary no había cambiado tanto.

Las cosas entre ella y yo ibas lentas pero segura, habíamos salidos 2 o 3 veces, nos decidimos juntar el día domingo. Trate de besarla y ella me dijo:

– No quiero que seas tu quien me bese primero. Estamos recién conociéndonos, 1 mes no es suficiente.        

– Bueno, no haré nada, pero no te puedo esperar por siempre- le aclare         

– Jamás te he pedido que me esperes.                             

Desde que nos conocimos ella ha cambiado conmigo, ya no es tan tímida, digo tan porque aún lo era un poco.

Para nadie era un secreto que a mi me encantaba Aimary, a muchos le impresionaba que no se rindiera anta mis encantos, pero los comentarios no me afectaban. Aún tenia la duda de si a Esteban le gustaba, podía ser que fuera gay, ojalá, con tal de que yo no le guste con lo atractivo que soy.         

El instituto decidió hacer un campamento, todos juntos. En el bus quería sentarme con la Ai, sin embargo, el Esteban se me adelanto.

– Ven siéntate a mi lado, necesito hablar contigo.               

– Bueno, ¿puedo sentarme a la ventana? – pregunto Aimary      

– Si. – contesto Esteban                     

A pesar de lo que dijo, Esteban no articulo palabra en todo el trayecto. Cuando llegamos le dije:

– Sabes si querías sentarte con ella hubieras dicho “Quiero…”, no tienes que usar pretextos- dije molesto.             

– Es raro verte celoso, estas muy inseguro- respondió.       

– Tu crees que no me he dad cuenta de lo que sientes- al decirle esto trataba de sacarle mentira por verdad. Me iba a contestar, pero justo no llamaron para ayudar.                

Cuando estábamos en la fogata, Aimary se quedo dormida apoyada en Esteban. Este la fue a dejar a su carpa, la acostó se iba a ir, pero ella lo abrazó y le dijo dormida:

– Te quiero a mi lado.                 

Esteban la dejo y salió estaba desconcertado, él le gustaba a ella, a pesar de haberla tratado mal, además todos las chicas que andaban detrás de él era por su habilidad con el arco, por esta razón, también, muchas habían entrado al club, pero Aimary, ella…

Esteban la evito durante los siguientes 2 días y a la tercera noche hablo con ella.

– Recuerdas que al venirnos te pedí que te sentaras conmigo para hablar, bueno no conseguí el valor necesario para hacerlo, pero ahora lo haré.    

– Pues te escucho, Esteban- dijo Aimary                     

– Yo te…- pero no termino porque yo lo interrumpí         

– Aimary- dije- quiero que todos sean testigos de lo que te diré, quiero que seas mi novia. Puedes responderme mañana.         

– Creo que eso se pide en privado, Imbécil, debes ser más delicado- acotó Esteban, luego se fue.               

– Me importa un pepino lo que diga, entonces ¿qué respondes? – pregunte     

– Pues…- pero no dijo nada porque se dio cuenta de que todos escuchaban atentos- Ven- dijo y nos alejamos- te respondo que no, te lo di a entender la otra vez que salimos.           

– Lo seguiré intentando, eso no esta prohibido, ¿cierto?      

– No, claro que no- respondió   

Esa noche arreglamos las cosas para partir. Ya muy tarde Esteban estaba practicando cerca de la rivera. A unos pocos metros estaba Aimary. Él la sintió y se voltio a verla.

– Perdón no quise molestarte- y se fue, pero Esteban le tomo la mano deteniéndola.              

– Espera quiero terminar de hablar.  

Ella espero en silencio a que hablara, él tomo aire y comenzó:

– Te pido disculpas por todas las veces en que trate mal, nunca te lo mereciste- Aimary agachó la vista sin decir nada. Esteban tuvo el impulso de abrazarla, pero…         

– Ai por fin te encuentre, ven- y la tome del brazo llevándomela.        

– ¿Qué quieres? – dijo molesta por la interrupción             

– Yo no puedo esperar- y sin decir más la bese. Ella no tuvo tiempo para reaccionar, desde lejos 2 personas nos observaban. Cuando nos separamos, justo delante de mí paso un flecha, en ella venia un papel que decía “cuídate”.               

– Esteban…- dijo Ai en voz baja.              

– SH… no digas nada- la tomé en mis brazos y la volví a besar esta vez ella también respondió. Por fin, pensé, Esteban no ganó.

Fin Cap5.

Diversas Personalidades (Capítulo 4)

El día domingo en el partido estuve atento para ver cuando llegara Aimary, cuando la ubique vi que sentado cerca de ella estaba Esteban.           

– Debo saber si le gusta- dije en voz alta.    

– Pablo, quieres tomar atención a lo que digo, luego averiguas si le gusta o no- dijo el entrenador.                                

Todo fue genial, ganamos, pero eso no era lo que me tía más contento, Aimary había aceptado salir conmigo.

El día lunes fuimos a ver jugar a Esteban. Nos acercamos a desearle buena suerte. Yo le estreché la mano, pero no conseguí saber lo que pensaba, él se había bloqueado. Antes de ir a tomar asiento él me dijo:

– Pablo, las cosas conmigo solo funcionan una vez- solo lo mire, Esteban sabia de mi habilidad, tendría que quedarme con la duda de si le gustaba Aimary o le preguntaba corriendo el riesgo de que me mandara a la punta del cerro.

El torneo duró 1 semana, Esteban ganó, la sorpresa fue lo que dijo cuando recibió el trofeo.

– Vamos unas palabras del ganador- decía el presentador           

– Solo que le dedico mi premio a una persona, se llama Aimary y esta en el público.     

– Genial, entonces que la novia del ganador pase al escenario- cuando dijo eso Aimary no pudo evitar ponerse roja y Esteban tuvo que decir que eran como familiares…    

Fin Cap4.

Diversas Personalidades (Capítulo 3)

Mientras tanto Esteban se acercó al equipo de tenis y pidió que llamaran a Aimary, a pesar de lo que le dije no pudo evitar ser antipático.

– Mira no se que tontera hiciste conmigo, pero… pero te doy las gracias correspondientes- en ese momento salí y los vi hablando. Me fijé en él y lo vi algo ruborizado se notaba por que él era pálido de ojos celestes, su cabello gris. Luego la observé a ella y muy asombrado vi que le sonreía, hablo, pero no pude escuchar sin embargo le leí los labios:

– De nada espero que ganes sería una gran alegría para mí- cuando ella dijo eso Esteban no pudo evitar sorprenderse y sonrojarse. No me convenía que él la tratara mejor así que me acerque a ellos.

– Hola!!, Esteban, ¿cuándo te vas? – hable automáticamente luego agregue- digo, ¿cuándo empieza tu torneo?        

– El lunes. Debo irme, chao.             

Cuando estuvo lejos le pregunte a Aimary:

– ¿Por qué a mi no me sonríes como a él?              

– El domingo iré a apoyarlos- respondió evitando el tema.                

– Genial, te prometo que ganaremos. Explícame, ¿cuándo supiste que tenías la habilidad de sanar?               

– ¿Tú… como lo sabes?, ni siquiera se lo ha dicho a mi mejor amiga.            

Para convencerla le dije:

– Aunque no me quieras decir si yo te toco lo sabré, porque con un solo roce puedo conocer lo que piensas las personas, pero no el digas a nadie es un secreto, ¿sí?         

– Parece que no me queda otra. Hace 5 años mi padre estaba grave en el hospital, cuando estuve frente a él, sentí que si lo tocaba todo estaría bien y así fue, luego supe que cada 3 generaciones una persona de mi familia nace con este don, claro que nadie lo sabe espero que sea así- termino de decir.         

– Así será, ahora estamos unidos porque guardamos el secreto del otro.      

– Así parece- contesto.        

Fin Cap3.

Diversas Personalidades (Capítulo 2)

La estuve esperando unos 30 minutos. Llego muy producida casino la reconocí, iba vestido con un conjunto negro; corsé, falda y chaqueta, todo con pequeños toques verdes. Yo estaba vestido con un buzo rojo con líneas negras. Cuando se acerco a mi le dije:

– Pareces un ángel cubierto por la oscuridad de la noche.  

– Mu…. muchas gracias- contesto, estaba tan roja como mi polerón.       

– Haber, ¿qué te parece si vemos “La casa de cera”.          

 En plena película miré hacia mi lado y vi que ella no estaba.

– No puede ser se me escapó, pero no me voy a perder la peli, mejor me quedo.    

Mientras tanto Aimary se iba a su casa, lo que yo le había dicho le molesto, y aprovecho verme concentrado en la película para irse.

– Jamás me habían dicho algo así, seguro es como siempre, me esta molestando.

Al salir me encontré con Tina.

– Hola, ¿y la Aimary?- pregunto      

– No sé, se fue en plena película, espera ¿cómo sabes que la invite a salir? 

– Hace como 3 años que somos amigas, entro a la academia porque avanzó mucho en su juego, y respondiendo tu pregunta, ella me dijo. Seguro que ahora me dirá que hiciste que se fue.   

Pero Tina se equivocaba. Aimary solo hizo el comentario de interesante.

El día lunes cuando me estaba yendo vi a Esteban con Aimary, él parecía molesto. Se fue y ella estaba en silencio, decidí partir a pelear, porque él no debe ser así con nadie, pero cuando estaba por ir, ella me tomo el brazo.

– No vayas- pidió         

– ¿Por qué?, él te trata mal, te humilla, no entiendo- y le dije para alegrarla- si sonrieras a mi se me ilumina el mundo.      

Ella levanto la vista y con asombro vi que sus lindos ojitos estabas cubiertos de lágrimas.

– ¿Por qué te burlas de mí?, Una ves un chico hizo la mismo que estas haciendo tu ahora, yo le creí… no es gracioso que se mofen de ti, ni que jueguen con tus sentimientos.

Comencé a sentir un terrible dolor de cabeza y exclamé: 

– ¡Ay!   

– ¿Te pasa algo? – pregunto tomándome el brazo. Cuando lo hizo pude saber lo que pensaba. Luego que me soltó le pregunte:

– ¿A ti te gusta Esteban?     

– ¿A….. mi? Permiso, adiós- contesto muy nerviosa.              

Solo una vez me había dolido la cabeza de esa manera, pero en ese entonces nadie me había tocado, era una desgracia que a ella le gustara Esteban, él jamás la tomaría en cuenta, no importa estoy decidido a quedarme con ella. 

Hace 1 semana que salimos de clases y el calor iba en aumento. Para todos los entrenamientos eran una tortura porque estábamos desde las 8:30 a.m. hasta las 630p.m. Cierto día los gritos de Esteban se sintieron por todo el establecimiento.

– ¡¿POR QUË DEBO SALIRME DEL TORNEO?!- decía   

– Tu mano con ese esguince no puedes tirar- le respondía su entrenadora     

– Estoy bien, observa  

Tomo una de sus flechas, tiro, pero no acertó, cuando es ocurría las cosas estaban mal, muy mal.

– Bueno, aviso el viernes que te retiras- le dijo tajante su entrenadora.   

– Tú, no puedes…- pero no termino porque se dio cuenta de que todos lo observaban.

– Acaso doy un espectáculo que todos me miran- dijo. 

Todos lo conocíamos muy bien, así que nos dispersamos rápidamente, solo una persona se quedo, Aimary. Tímidamente se acercó a Esteban, tomo su mano herida e hizo algo, creo, porque el lugar que ella toco se iluminó. Esteban estaba desconcertado que no tuvo tiempo para reaccionar.

– Ya puedes tirar- le dijo ella y se fue sin esperar respuesta.        

Haciendo caso de lo que le dijo Esteban tiro y acertó, le contó a su entrenadora esta le dijo que tenían que ir al medico a confirmar que no había esguince. Al día siguiente me entere que le doctor le había dicho a Esteban que su recuperación era milagrosa. Ese mismo día Esteban parecía muy nervioso, Tina me lo hizo notar.

– Quisiera saber por qué Esteban esta tan inquieto- dijo.     

– Saber…- repetí y me fui directo donde estaba Esteban, me concentre y le tome el brazo, hacia ya 1 semana que podía controlar la habilidad de saber lo que piensan las personas.

– ¿Qué te pasa? – pregunto Esteban      

– Solo se sincero, y háblale sin ser antipático, ella te salvo de retirarte del torneo, debes ser agradable- respondí. Entonces Tina grito:          

– ¡¡¡¡¡Pablo, ven el profe nos llama!!!!!- ambos estábamos en el mismo equipo y el domingo tendríamos un partido contra la “U” del mar.         

Fin Cap2.

Diversas Personalidades (Capítulo 1)

Hola, soy Pablo Rivera, tengo 19 años y soy el mejor jugando basketball. Acabo de terminar mi entrenamiento, oh, escucho retos….

– Eres una imbécil, ¿es que no sabes jugar bien? Me desconcentraste en mi último tiro. No deberían permitir que gente como tú entre a este lugar, aquí solo vienen los mejores, y tú…       

– Lo siento, por favor no sigas- dijo ella

– Cállate, nadie te ha dicho que hables.

Esto es lo ultimo que diría él, porque ella se puso a llorar silenciosamente. Sabia quien era él, su nombre es Esteban, es muy antipático con todos, hasta con sus amigos. Es el mejor en el tiro al arco, ha ganado muchos trofeos, pero eso no le da el derecho de gritarle a ella, ahora que la veo a ella no la conozco y eso que todas las del instituto han salido conmigo.

– Oye, Esteban, ¿qué té pasa?, ella ya te pidió disculpas, déjala- dije.    

– El problema no es contigo, Pablo, en fin, para que discutir- dijo y se fue, Esteban.   

– No llores, toma- dije pasándole un pañuelo- Te verías linda con una sonrisa, ¿me regalas una? Pero no respondió, ni tomó mi pañuelo, aún por su lindo rostro caían silenciosas lágrimas.

– Vamos que no te afecte lo que lo dice, el es un maldito pretencioso, él…      

– No sigas, yo estoy bien- dijo con voz de ultra tumba. Y subió a su bicicleta amarilla yéndose.      

– Espera por lo menos dime tu nombre- pero no la alcance porque se fue muy rápido.         

Al día siguiente no tenia entrenamiento, y me dedique a buscar a la misteriosa niñita de la bici amarilla. Primero me acerque al equipo de los flecheros, como les digo yo, y les pregunte a unas niñas, todas locas por Esteban.  

– Srtas., ¿las puedo molestar? – dije.      

– ¿Qué quieres? – pregunto una chica rubia.        

– Busco a una jovencita que debe medir 168, 17 años, ojos verdes, pelirroja de cabello ondulado y escalonado- Respondí.     

– Algo más- objeto la niña que había hablado primero.

– Sí, tiene una bici amarilla- dije    

– Ella es del…. ya vamos a empezar el entrenamiento- dijo repentinamente. Entonces me volví y vi a Esteban.    

– No tienes nada mejor que hacer que venir a molestar, nadie te pidió que te asomaras- dijo molesto Esteban.     

– No vine a discutir contigo, ya me voy- dije y salí del terreno de los arqueros.   

Iba a seguir por los de esgrima, pero un partido de tenis me llamó la atención, no el juego en sí si no que las jugadoras y sus piernas y decidí sentarme a observar.  

– Aimary, cada día eres mejor- decía la entrenadora, a una joven que usaba visera, cuando se la saco la pude reconocer, era la niña que Esteban había hecho llorar.

Feliz por haberla encontrado me puse a esperarla al lado de su bici, mientras ella iba a ducharse. Al salir ella se dirigió sin mirar hacia delante, estaba con la vista fija en el suelo.

– Hola, por fin se tu nombre, es lindo, Aimary- le dije         

– ¿Tú?, yo debo irme, ¿me dejas tomar mi bici?

– Solo si aceptas salir conmigo, a ver una película.     

– Bueno, ¿puedo tomarla? – pregunto   

– Mañana que es sábado, ¿te parece?, juntemos en el mall, chao- y me despedí con un beso en la mejilla. Cuando me volví a verla ella estaba roja como un tomate, tomo su bici y se fue muy rápido.    

Entonces me dije:

– Hace tiempo que no me tocaba conquistar a una chica tímida, uf, muy fácil, seguro no ha tenido novio….    

Mientras Aimary sé junto con su mejor amiga Valentina, que era todo lo contrario a ella, muy extrovertida, mide 170, practica basket, es menor que Aimary, tiene 16, su cabello es corto, negro con visos verdes.

– Bueno Ai descríbeme el niño que te gusta nunca lo has hecho- pedía Tina.     

– No. Si quieres puedo describirte al que me invito a salir- respondió Aimary   

– Ok, algo es algo.   

– Es alto debe medir 180, deportista, cabello castaño, ojos amarillos, se ve simpático. Es tarde, tengo que irme tina, chao- dijo Aimary y se fue.    

– Ya se quien te invito a salir; es Pablo- miro, pero se dio cuenta que estaba sola- ¿Por qué Pablo?, me gustaría ir con ella… 

Fin Cap.1

Pensamientos entre pandemia y cuarentena: Encuentro conmigo.

Justo cuando piensas que el tiempo no da para pensar ni meditar que quieres de la vida, aparece este tiempo de encierro que nos da el virus del momento. El trabajo y la vida entera se trasladan a tu hogar, la incertidumbre llena la mente y no sabes qué le depara esta pandemia a la humanidad.

Entonces, empiezas a reflexionar en qué tipo de persona te has convertido y qué es lo que quieres lograr en el presente, en el futuro inmediato y porque no… en el futuro lejano.

Te preguntas si lo que has estado haciendo es lo que realmente quieres para el resto de tu tiempo en la tierra y si te convertirás en polvo de estrellas al morir.

Los pensamientos se vuelven random y divagas en el tiempo libre en el que estás recostada en la cama mirando el techo y sintiendo que esto no puedo empeorar.

Intentas reconciliarte contigo y los demonios que te persiguen en las noches antes de dormir. Porque, aunque los ignores siguen ahí, a veces en modo de inseguridad, a veces en modo tristeza y en ocasiones quedándose en tus pensamientos por horas.

Y conversas contigo y te das plazos para reinventarte, hacer lo que te gusta, pero que por el trabajo que te da la adultez no pudiste seguir. Te reencuentras con lo que has ido dejando atrás, considerando que es lo que debes hacer para crecer…

Y sientes que vas liberando lo que tienes dentro, escondido, lo que va más allá de lo que la gente ve.

El tiempo contigo es importante, para conocerte más y explicarte que todo lo que te ha pasado es parte de ti y de lo que eres.

Es momento de aceptarte y seguir… Avanzar para mejorar.

Fin.

Internada (Capítulo Final)

Estaba mal, pero había pasado por tanto que no podía llorar, me agache lo tome en mis brazos y dije:

– No te mueras, por favor. 

– Te…. – pero no alcanzo a terminar porque falleció. Luego entro un oficial y dijo:        

– Sra. Su abuela Emina Langer, Falleció.       

– ¿QUÉ? – y sin poder resistir más me desmaye…     

Al despertar junto a mi estaban Eduardo y Benjamín.

– ¿Cómo estás? – dijo Eduardo         

– Las preguntitas, ¿tú que crees?- respondió el Benja       

– Debemos organizar los funerales- respondí débilmente.         

En el funeral no podía llorar no por tratar de hacerme la valiente, pero no me salían lágrimas, entonces se acercó Eduardo y dijo:

– Lo siento mucho.

Estas sencillas palabras me dieron mucha pena que logre llorar, entonces se acercó en Benja me abrazo y dijo:

– Recuerda que las cosas pasan por algo……        

Lloré mucho abrazada a Benjamín, ya no sabía que podía pasar, y pensé:  

– Siempre estaré sola…

– No, no es así…- respondió una voz.              

FIN

Internada (Capítulo 7)

Cierto día recibí una llamada del Benja. 

– Querida primita, Hola- dijo     

-¡Benja! Qué bueno escucharte, ¿cómo estás?

– Bien, super bien- su voz era distinta, en los años transcurridos había cambiado un poco.  

Nuestra conversación duro 2 horas luego  nos despedimos y dijo que me estaría llamado. Cambiando el tema cierto día llego el Bruno con su polola, llamada Fabiola, la típica niñita, rubia de ojos celestes. Cuando estuvimos solos le dije:

– ¿cómo que tu polola?   

– Sí, es linda ¿cierto?      

– No me puede gustar, soy mujer ¿recuerdas?- le dije molesta      

– Eso lo sé muy bien- respondió       

– ¿De qué hablas?            

– De nada- y se fue porque tenía que ir a buscar a su maldita hueca, quiera decir, Novia, no sabía porque me molestaba tanto. Tarde unos cuantos meses en darme cuenta de que amaba a Bruno y lo que sentía eran celos, pero me di la misión de olvidar lo que sentía. Una tarde me encontré  a Bruno solo.

– hola, ¿y tu novia?

– Terminamos- respondió        

– ¿En serio?- una diminuta esperanza surgió en mi      

– Bueno la verdad ella termino conmigo        

– ¿Quieres que te consuele?- comente      

Él estaba sentado y yo de pie, entonces se levantó, me miro y dijo:

– De verdad, entonces abrázame, estoy tiste- él no hablaba en serio me estaba agarrando para el web. Me puse seria y le dije lo que había jurado tratar de olvidar.

– Sabes, yo te amo     

– ¿Qué tú qué?- pregunto impresionado por la declaración.    

– No seas sordo, quieres, y lo que te dije fue que te amo..  

– Pues……    

No lo deje terminar porque me puse en las puntas de los pies y lo bese, antes de que me arrepintiera. Luego de esto nos pusimos a pololear, también llego el Benja y el Eduardo con su Sra., ambos estaban contentos de que el Bruno y yo fuéramos novios.

Para mi cumpleaños el Benja me regalo libros raros, el Eduardo ropa, pero estaba triste porque Bruno no apareció. Luego a la noche sentí una armónica salí y lo vi con un gran ramillete de rosas negras.

– Representa que siempre serás mía, ¿puedo pasar?- dijo       

– Claro- respondí

Fue la noche más maravillosa que he tenido, Bruno es tan tierno y delicado. Cuando despertamos, él me dijo:

– ¿Te gustaría despertar así conmigo por el resto de tu vida?           

– Obvio- respondí feliz         

Estaba terminando el año cuando empezamos arreglar los detalles para casarnos.

– ¿Te casaras de blanco?- inquirió el Benja            

– ¿Insinúas que no soy virgen?           

– No yo no he dicho eso- respondió riendo.        

Al Benja le había salido todo bien; salud, estudios, amor, pololea con una extranjera. El Eduardo estaba feliz porque será padre.

El día de la boda estaba feliz, solo lamentaba que mis padres no estuvieran, ni tampoco mi abuela.

Él me esperaba en el altar elegante, cuando llegue a su lado sonrío y me tomo la mano. Todo fue como una película romántica, por fin era su esposa y él mi marido, entonces…           

Una voz dijo:

– Solo estarán juntos hasta que la muerte los separe, ¿No querida amiga?- era Lena y sacó un arma- no se muevan.         

– ¿Por qué, Lena?- pregunte                

– Él no puede ser tuyo, así que tú morirás, él es mío- y disparo hacia mi corazón, pero…..              

– ¿Qué hiciste?- dijimos Lena y yo, el disparo lo recibo Bruno en su corazón, no se salvaría.               

– Si él muere yo también- y sin decir más se suicidó, Lena.               

Fin cap. 7

Internada (Capítulo 6)

Ha pasado el tiempo, ahora tengo 19 años, todo ha cambiado; el Benja está estudiando en EE.UU y mi primo Eduardo esta de luna de miel, solo me queda mi querido y mejor amigo Bruno.

Mi abuela está mal alucina mucho.

Bruno y yo estudiamos en la misma universidad pero no lo mismo, él estudia Construcción Civil y yo Sociología.

Mi tío Vicente me presento a su hija Soledad, es super simpática. A pesar de saber que hay gente que me quiere me siento sola sin nadie en quien confiar, quizás algún día pueda decir lo contrario.

En la “U” somos 2 compañeros el resto se quedó en primero, son solo 5 hombres el resto son mujeres, los estuve observando y solo 1 me gusta, pero es gay y tiene pareja, que pena. Luego deje de pensar en tener novio y me centre en los estudios.

Un día me junte a estudiar con Bruno, él estaba muy callado.

– ¿Qué te pasa?

– Nada solo pienso- respondió        

– Ahora que lo dices, he pensado en todo lo que me ha pasado y lo único bueno que rescato es la linda amistad que tenemos.        

– Amistad- repitió Bruno en forma mecánica    

– Sí, pero estudiemos       

– Claro, claro, a eso vine- respondió Bruno.

Fin Cap. 6

Internada (Capítulo 5)

Lo que escuche me dejo atónita. Mi abuela contó que cuando las  esposas de Vicente y Max tendrían sus bebes ella lo recordó todo, dice que repentinamente se vio en otra casa, que era en donde vivía con sus padres, recodo la discusión que era porque ella había descubierto que sus padres eran primos, entonces le dio rabia agarro unas tijeras y los apuñalo, cuando se dio cuenta de lo que había hecho decidió quemar la casa y se fue iba llorando y no vio un auto que venía este la choco y por eso perdió la memoria, quien manejaba el auto era el papá de Vicente. Luego el sicólogo le dijo que para la otra sesión hablarían de mi padre y también que paso cuando Vicente y Max la encontraron tirada en el suelo. Cuando termino me fui corriendo para llegar antes que ella a casa en el camino me encontré con Eduardo y Benja muy apurada les pedí que me llevaran.

– Que eres patuda- dijo el Benja              

– Vamos sube- respondió Eduardo           

Al llegar a  casa me despedí de ellos y para sorpresa tanto mía como de Eduardo, Benja me tomo el brazo y dijo.

– Así no se despide- sin agregar algo más me beso en los labios y se fueron.

 Por fin pude entrar al colegio, lo que paso con el Benja quedo como un secreto entre los que estábamos. Bruno estaba algo distinto y me acerque a hablarle.

– ¿Por qué tú y Lena no dicen que son novios?     

– ¿Novios? ¿quién te dijo eso?     

– Ella ¿por qué?   

– Permiso- dijo y se fue.         

Nunca pensé que esa pequeña conversación tendría tan grandes repercusiones en el futuro….

Cuando Bruno llego don de Lena le dijo:

– ¿Por qué le dijiste a Yumi que tú y yo somos novios?  

– Que quieres que te diga, yo haría todo para estar contigo, pero tú solo…. solo tienes ojos para ella, siempre me has gustado y cuando ella estuvo en el hospital desee que se muriera, todo hubiera sido más fácil, ah, otra cosa a ella nunca le ha gustado el Benja.     

– ¡Te desteto, no se supone que es tu amiga, ¿por qué no desapareces?!- dijo en Bruno   

– Si me iré, pero responde ¿qué tiene ella que no tenga yo?

– Ella… ella es muy sociable, pero yo sé que hay un lado que nadie conoce, es como yo, por eso me gusta- respondió con total sinceridad Bruno       

– Me lo suponía, igual siempre desearé que se muera.       

Jamás supe porque Lena se fue con Bruno todo volvió a la normalidad, claro que no le conté lo que sabía de mi abuela. En la última sesión que tuvo supe lo que le paso cuando la encontraron tirada, ella dijo que su madre la había venido a buscar para llevársela al por haberlos asesinados, pero como justo llegaron Max y Vicente, su madre la había dejado tirada en el piso. Pero lo más impresionante fue lo que contó de mi padre, ella relató que cuando recordó todo se refugió en Max, ya que se había acostumbrado a la idea de perder a Vicente además su esposa era simpática, él también se refugió en ella por la muerte de su esposa Karla y su primogénito durante el parto, entonces una noche cuando cenaron se les pasaron las copas y paso de todo, antes de despertar Vicente los vio y Max para no discutir se fue, a las semanas se fue ella también no quería saber nada de ellos. Pero luego recibió 2 noticias; la primera era que estaba embarazada del hermano del amor de su vida y lo segundo era que el padre de su hijo había muerto en un accidente de auto. Desde entonces ella no sabía nada de Vicente. Fue impresionante saber que Eduardo, Benjamín y yo somos primos en segundo grado, entonces vino el problema decirles o no. Cuando decidí hacerlo los junte a todos; abuela Vicente, Eduardo, Benjamín, y yo. Al verse tanto mi abuela como Vicente se quedaron mudos cuando di la noticia a mi abuela no le quedo otra que confirmar.

– Estamos anonadados- dijo Eduardo

– Así es la vida queridos primos    

Las cosas fueron de mal en peor; mi abuela se trastorno y trato de matarme, con mucha pena, la interne en el manicomio.

Fin cap. 5