Diversas Personalidades (Capítulo 2)

La estuve esperando unos 30 minutos. Llego muy producida casino la reconocí, iba vestido con un conjunto negro; corsé, falda y chaqueta, todo con pequeños toques verdes. Yo estaba vestido con un buzo rojo con líneas negras. Cuando se acerco a mi le dije:

– Pareces un ángel cubierto por la oscuridad de la noche.  

– Mu…. muchas gracias- contesto, estaba tan roja como mi polerón.       

– Haber, ¿qué te parece si vemos “La casa de cera”.          

 En plena película miré hacia mi lado y vi que ella no estaba.

– No puede ser se me escapó, pero no me voy a perder la peli, mejor me quedo.    

Mientras tanto Aimary se iba a su casa, lo que yo le había dicho le molesto, y aprovecho verme concentrado en la película para irse.

– Jamás me habían dicho algo así, seguro es como siempre, me esta molestando.

Al salir me encontré con Tina.

– Hola, ¿y la Aimary?- pregunto      

– No sé, se fue en plena película, espera ¿cómo sabes que la invite a salir? 

– Hace como 3 años que somos amigas, entro a la academia porque avanzó mucho en su juego, y respondiendo tu pregunta, ella me dijo. Seguro que ahora me dirá que hiciste que se fue.   

Pero Tina se equivocaba. Aimary solo hizo el comentario de interesante.

El día lunes cuando me estaba yendo vi a Esteban con Aimary, él parecía molesto. Se fue y ella estaba en silencio, decidí partir a pelear, porque él no debe ser así con nadie, pero cuando estaba por ir, ella me tomo el brazo.

– No vayas- pidió         

– ¿Por qué?, él te trata mal, te humilla, no entiendo- y le dije para alegrarla- si sonrieras a mi se me ilumina el mundo.      

Ella levanto la vista y con asombro vi que sus lindos ojitos estabas cubiertos de lágrimas.

– ¿Por qué te burlas de mí?, Una ves un chico hizo la mismo que estas haciendo tu ahora, yo le creí… no es gracioso que se mofen de ti, ni que jueguen con tus sentimientos.

Comencé a sentir un terrible dolor de cabeza y exclamé: 

– ¡Ay!   

– ¿Te pasa algo? – pregunto tomándome el brazo. Cuando lo hizo pude saber lo que pensaba. Luego que me soltó le pregunte:

– ¿A ti te gusta Esteban?     

– ¿A….. mi? Permiso, adiós- contesto muy nerviosa.              

Solo una vez me había dolido la cabeza de esa manera, pero en ese entonces nadie me había tocado, era una desgracia que a ella le gustara Esteban, él jamás la tomaría en cuenta, no importa estoy decidido a quedarme con ella. 

Hace 1 semana que salimos de clases y el calor iba en aumento. Para todos los entrenamientos eran una tortura porque estábamos desde las 8:30 a.m. hasta las 630p.m. Cierto día los gritos de Esteban se sintieron por todo el establecimiento.

– ¡¿POR QUË DEBO SALIRME DEL TORNEO?!- decía   

– Tu mano con ese esguince no puedes tirar- le respondía su entrenadora     

– Estoy bien, observa  

Tomo una de sus flechas, tiro, pero no acertó, cuando es ocurría las cosas estaban mal, muy mal.

– Bueno, aviso el viernes que te retiras- le dijo tajante su entrenadora.   

– Tú, no puedes…- pero no termino porque se dio cuenta de que todos lo observaban.

– Acaso doy un espectáculo que todos me miran- dijo. 

Todos lo conocíamos muy bien, así que nos dispersamos rápidamente, solo una persona se quedo, Aimary. Tímidamente se acercó a Esteban, tomo su mano herida e hizo algo, creo, porque el lugar que ella toco se iluminó. Esteban estaba desconcertado que no tuvo tiempo para reaccionar.

– Ya puedes tirar- le dijo ella y se fue sin esperar respuesta.        

Haciendo caso de lo que le dijo Esteban tiro y acertó, le contó a su entrenadora esta le dijo que tenían que ir al medico a confirmar que no había esguince. Al día siguiente me entere que le doctor le había dicho a Esteban que su recuperación era milagrosa. Ese mismo día Esteban parecía muy nervioso, Tina me lo hizo notar.

– Quisiera saber por qué Esteban esta tan inquieto- dijo.     

– Saber…- repetí y me fui directo donde estaba Esteban, me concentre y le tome el brazo, hacia ya 1 semana que podía controlar la habilidad de saber lo que piensan las personas.

– ¿Qué te pasa? – pregunto Esteban      

– Solo se sincero, y háblale sin ser antipático, ella te salvo de retirarte del torneo, debes ser agradable- respondí. Entonces Tina grito:          

– ¡¡¡¡¡Pablo, ven el profe nos llama!!!!!- ambos estábamos en el mismo equipo y el domingo tendríamos un partido contra la “U” del mar.         

Fin Cap2.

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