Sigue pasando el tiempo, no soporto los cambios, Alex sólo me utiliza como su falso novio, que en realidad no me molesta, incluso cuando soy mujer igual. Y Max por su parte se limita a entrenarme, a mirarme y hablarme lo justo y necesario.
Me siento incomodo con todo esto, llegó a mi casa y no quiero pensar en nada más que en mi vida normal. Sin estas transformaciones. Estoy hundido en mi miseria cuando suena el citófono. En conserjería me avisan que un chico que dice ser mi amigo ha venido a verme.
- ¿Cuál es su nombre?
- Max
Me limito a dejarlo subir, quiero arreglar el enredo entre nosotros. Que exista un acuerdo de paz.
- Pasa Max, qué necesitas…
- Sólo quiero que conversemos.
Se sienta y empezamos a hablar de todo un poco, de su vida de la mía, como si nada pasara entre nosotros. Hoy como Gabriel, siento que he recuperado a un amigo perdido. Aunque la atmosfera entre nosotros es extraña… No sabría definirla.
Sin previo aviso se acerca lentamente a mi y recuesta su cabeza en mi hombro, creo sentir los latidos de su corazón… Creo sentir todas sus emociones.
- Puedes ser honesto conmigo.
- No quiero sonar repetitivo, pero realmente no para de pensar en ti, en todo lo que eres para mí.
Acaricio su cabello… ¿siempre fue tan suave? ¿siempre he sentido esta calidez cuando estoy con él? Mierda… quiero abrazarlo hasta disipar todo aquello que lo daña.
- ¿Podrías darme una oportunidad? – pregunta sin levantar su cabeza.
- Yo creo que…
Fin Cap. 5