Amor Prohibido: La mirada del Profesor. (Cap.2)

He contestado el teléfono, sé que no debería, pero no es fácil dejar ir una relación de 15 años. Intento no aferrarme a los recuerdos, al cariño a todo lo que construimos juntos. Pero es difícil. Lo único que no impide que me vaya hundiendo más es la docencia. Me distraigo atendiendo los problemas de mis estudiantes. Nunca tuve hijos y con ellos siento que no los necesito. Quizás ese es el principal motivo por el cual mi relación no funcionó.

  • Hola Denisse, ¿qué necesitas? – le hago un gesto a Inder para que se vaya. Tengo para rato con ella. Giro, no quiero que me vea mal… Ella me hace tan mal.

La escucho en silencio, como reclama, que no puede con los gastos de la casa, que era nuestra pero que decidí cederle para que no se quedara en la calle. Todo lo tiene ella, debería dejarme tranquilo.

  • Deberías volver a casa Liam… – siento su voz desesperada. No me necesita a mí, necesita mi aporte monetario, lo sé.
  • Denisse, terminaste conmigo, dejaste claros los términos. Ahora yo te los dejaré claros a ti. No soy tu dispensador de dinero. Ni tu mejor amigo, al que llamas cuando te sientes mal o para contarle que peleaste con tu nueva pareja. Sólo déjame en paz.

Luego de mis palabras ella grita por teléfono. Quiero colgar… Me sentía mejor cuando estaba con Inder… Que chico más agradable… me sigo diciendo mientras las escucho reclamar lo mala pareja que fui, que sólo perdió su tiempo conmigo. Que soy lo peor que le pasó a su vida. ¿Será que es tan así, será que soy lo peor para cualquiera… que no sirvo para nada que no sea la docencia? Mientras divago en mis pensamientos ella cuelga. Creo que me iré al departamento. Necesito descansar.

Manejo por la avenida mientras escucho música. Entonces me detengo en un café y lo veo, en su trabajo de medio tiempo. Qué joven tan esforzado, decido bajar a beber algo. Mi mente necesita distracción.

Inder no me ve, me siento en el fondo del local, no quiero ser visto por ninguna persona. Otro mesero me atiende, toma mi orden y se aleja. Yo sólo lo observo en silencio. ¿Cuántos años tiene? Nunca le he preguntado. La verdad no sé mucho de él. Sólo lo que me ha contado, fue padre el año pasado, tiene una relación tormentosa con la ex y sus padres poco lo apoyan. Hemos hablado de lo que quiere o lo que quiere creer que necesita en su vida. Lo he animado a irse al extranjero con una beca. Es el mejor estudiante que tengo, siempre atento, habiloso…

Las chicas le llueven, es guapo, moreno, alto (casi 190 cm) usa anteojos, siempre sentado al final, siempre atento… Tengo varios estudiantes con estas características, pero él siempre ha llamado mi atención.

El mesero me saca de mis pensamientos. Trae la orden, Inder sigue atendiendo otras mesas. No me ve y está bien. Tomo mi café en silencio, reviso mi celular, tengo muchos WhatsApp de Denisse, el último dice que me demandara. Lanzo una pequeña risa al aire. Que más puede querer.

  • Profe… ¿qué hace aquí? – Inder se acerca, me mira fijamente, quiere una respuesta.
  • Sólo me detuve aquí, necesitaba una pausa.
  • Ohm, ¿necesita algo más?
  • No, alguien ya me está atendiendo.

Ante mi respuesta se retira en silencio. La jodí, no quería correrlo de esa manera. Soy lo peor, tal como piensa mi ex. Debería ofrecerle una disculpa, es un buen chico. Pasa el tiempo y decido irme, pago y antes de salir me acerco a él.

  • Inder ven – le digo mientras él termina de limpiar unas mesas. Se acerca y me mira fijamente – No quise que te sintieras mal, te debo una disculpa, cuando tengas un tiempo libre… ¿Quieres salir conmigo?

Él me ve sorprendido, quizás se ve raro que un Profesor salga con su alumno, pero el me cae bien. Y puede que una distracción para ambos nos haga bien.

  • Si, si… yo quiero salir con usted.

Su respuesta es efusiva, es bastante tierno. Podríamos ser amigos en un futuro si él quisiera.

  • Perfecto, me acomodo a tus tiempo.

Toco su hombro y me voy. Fue un buen descanso, vuelvo al departamento que tengo sólo porque mis padres lo compraron antes de morir. Me vine acá luego de mi separación. Con mi gato… Denisse dejó que me lo quedara porque a ella no le gustan. Me recibe maullando, seguro quiere comida, creo que él y yo nos vamos acostumbrando a la soledad.

  • Cotton calma, vamos a la cocina, te daré de comer.

El gato me sigue mientras maúlla, le doy de comer y me sirvo una copa de vino. Por alguna razón, no puedo quitarme las palabras de Denisse de encima… Me siento en el balcón a fumar, estoy agotado. Miro el horizonte y pienso en que todo debe mejorar. Mi celular vuelve a sonar, es la pareja de Denisse. Apago el teléfono… Mañana tendré mil mensajes de ambos. La copa cae al suelo y se rompe. Al recoger los trozos me corto.

  • Mierda…

Voy a la cocina y ordeno todo. Tomo a Cotton y lo llevo a la cama conmigo. Él se acomoda y ronronea haciendo eco en aquel lugar tan sólo.

Me duermo pensando en que la demanda sería lo mejor que le podría pasar a mi vida. Así ella me deja y sigue con su vida…

Despierto con un dolor de cabeza horrible, enciendo el teléfono y tal como pensé. Mil mensajes de ambos. No leo ninguno, decido llamarla

  • Denisse, buen día, consigue un abogado y demándame.

Cuelgo sin esperar respuesta. Apago mi celular y me recuesto de nuevo. Cotton aun duerme a mi lado. Decido quedarme un rato más en cama. Saldré luego a trotar y de ahí a avanzar mi trabajo. Es fin de semana y sigo trabajando. No quiero pensar en ella… ni en nada.

El día avanza, enciendo la laptop y veo correos con trabajos que revisar… Pero un correo me llama la atención.

Asunto: Hola

Correo: ¿Cómo está? Ayer se veía cansado. Si quiere, le dejo mi WhatsApp y me contacta para concretar la salida.

Inder me sorprendió… Siento que quiero verlo…  Quizás le escriba más tarde… Quizás…