Primer fin de semana que no podré ver a Jian, primero de 3, me toca trabajar en casa de Inari. Horario completo, no tengo ganas de estar en mi casa… Pero los planes cambian de un momento a otro.
Estoy cocinando tranquilamente mientras Inari está fuera de casa… suena el teléfono y contesto.
- ¿Puedes ir a tu casa ahora? Necesito tu dirección.
- ¿Inari?
- Por favor…
Se escucha complicado, le doy mi dirección y mi clave para entrar, le digo que avisaré en conserjería. Tomo lo necesario de su casa y salgo del edificio. Hay más fans que otros días y algunas intentan entrar al edificio. Escucho como murmuran el número de su departamento, pero no están seguras. Camino discretamente y tomo un taxi hacia mi departamento que queda a 1 hora del de él.
Llego a mi casa y lo veo durmiendo en mi sillón. Mi departamento es pequeño y simple, pero él parece cómodo.
- Inari, despierta ¿qué pasó?
- Aaaah… Llegaste…- dice bostezando – se filtró mi agenda, con horarios y la llegada a mi departamento. Me avisaron y necesitaba esconderme un momento. Fue una jornada agotadora…- continúa diciendo – trajiste de todo, eres maravillosa…
- Supuse que te quedaras todo el fin de semana. Hay ropa de cambio para 3 días, comida y artículos de aseo. O sea, puedes quedar hoy y volver mañana a tu departamento.
- ¿Tu novio no se molesta…?
- Se lo contaré cuando conversemos, pero lo dudo.
Sonríe y me pregunta si puede darse un baño, le indico donde está el baño y le dejo para que se ponga cómodo…
- Mi departamento es sencillo…yo espero que eso no te incomode.
- No… yo sólo agradezco que me abras las puertas de tu hogar y me cuides.
Entra al baño antes de que pueda decir cualquier cosa. Pongo música y me pongo a cocinar. Aunque esté en mi casa aún tiene horarios que cumplir. Pasamos el día juntos en ese espacio… es entretenido estar con él.
- ¿Te gusta este tipo de vida? – le pregunto mientras vemos tv
- Si y no… me gusta lo que hago, pero tiene sus costos… Cómo hoy, las fans son intensas e invasivas… pero las entiendo… aunque no pueda tener una vida “tranquila”
Lo miro y se ve triste, cansado, pero aun así su sonrisa es dulce. Mi mira y toma mi mano.
- Gracias.
- ¿Por? No he hecho nada más que trabajar.
- Eres una buena amiga. Podrías no haberme recibido, yo podría estar en un hotel esperando a que baje el hype, pero estoy acá, recibiendo un buen momento. Eso es impagable.
Se levanta y me da un beso en la mejilla mientras se dirige a la habitación de invitados donde acomodé sus cosas para que duerma. Cierra la puerta y me quedo en silencio pensado en lo que acaba de ocurrir.
Fin Cap. X