El tiempo ha transcurrido a mucha velocidad… Me cuesta creer que ya llevo más de un año con Jian y también trabajando para Inari.
Este fin de semana, Jian y yo viajaremos donde sus familiares. Hemos pasado varios meses sin vernos, por su trabajo, pero ahora que ha vuelto hemos tratado de estar juntos el mayor tiempo posible, así que organizamos nuestras vidas para poder estar juntos.
Pero también él necesita ver a su familia, por lo que estaremos con ellos alrededor de 2 semanas.
- No veo a tu familia desde que dijimos que estaríamos juntos.
- Oohhh…
- ¿Pasa algo?
Jian sonríe y toma mi mano. Noto que está extraño, pero no quiere decirme que es lo que le pasa. Beso su mano y para mi sorpresa me abraza. El viaje se torna silencioso. No sé realmente si esto terminará bien.
Llegamos y nos acomodamos en las piezas que nos han preparado para dormir. Separados.
Su padre parece molesto. Pero aun así es bastante cortés conmigo. Mientras paseo por su jardín escucho la conversación de Jian con sus padres.
- Llevas saliendo con ella más de 1 año, ya casi 2, me preocupa que la veas como una opción seria.
- …
- ¿No pretenderás casarte con ella…?
Me alejo rápido, no quiero terminar de escuchar. No tengo pretensiones de casarme con él, pero creo que es mucho escuchar que no puedo ser su opción…
- ¡Llegaron! – dice su hermana abrazándome.
- Hace unas horas…
- Que bueno, Jian siempre habla de ti, que está muy feliz contigo…
Miro a su hermana y sonrío. Ojalá sus padres pensaran así, tan libres de mente.
- Ann, ¿vamos a comprar?
Jian aparece entre nosotras. Estira su mano y la tomo. Salimos, nuevamente en silencio.
- ¿Crees que deberíamos terminar esta relación? – suelto sin aviso
- ¿A qué viene eso? No me digas que…- su expresión cambia, parece aterrado.
- Siempre te ha importado lo que digan tus padres…
- No es sólo eso. Realmente te amo, sin embargo…Me gusta otra persona, la verdad es que también salgo con ella, no ha pasado nada, pero… – guarda silencio mientras mira el suelo.
Ese valde de agua fría no me lo esperaba. Quiero pensar que es una broma, aunque se que no lo es. Me siento mareada y comienzo a escuchar su voz a lo lejos, mientras mis ojos se inundan por las lágrimas y él intenta explicar lo inexplicable.
Fin Cap. XII