El fin de semana fue el más aburrido, solo salía de mi pieza a tomar desayuno y a almorzar, y para rematarla me encontraba con el nueva que cada vez que me veía ponía cara de perro. Entonces el día domingo me acerqué y le dije:
– Si te hice algo dímelo, siempre hay que ser educado y presentarse, mi nombre es Yumi
– El mío es Benjamín. Permiso
Por fi llego el día lunes, aunque no fue mejor había una niña que me odiaba, justo me la encontré y dijo:
– Miren la que quiere dar pena.
Iba a responder, pero la Lena me detuvo.
– No le hagas caso.
– Ella tiene razón- respondió bruno
– No diré nada, tranquilos, hola, Bru, no te había visto.
– ¿Adivinen con quien comparto el cuarto?
– Con el nuevo, ¿No?- respondí
– Sí- dijo Bruno y agrego- es un antipático, ese es el comentario del día.
– Nada nuevo
– No lo conocen, son unos prejuicios- respondió Lena en forma tajante.
Cuando me iba a sentar a desayunar el inspector se acercó y me dijo que tendría que mostrarle el establecimiento al nuevo, por esto no iría a clases. Cuando termine de desayunar me acerque a él y como siempre tan simpático me dijo:
– Te diré lo mismo que cuando te vi; ¿Te debo qué me miras?
– Fíjate que para desgracia mía tengo que mostrarte el establecimiento, mientras más rápido mejor ¿No? , así no nos tenemos que ver las caras, ¿Cierto?
– Mm….. Mm….
– Bueno empecemos por….
El pasea fue como si hablara con las paredes, él no dijo nada.
– Por fin terminamos, tus comentarios son agradables.
Cuando levante la vista para verlo me di cuente que él estaba inclinado tratando de ver mis ojos, que con mis lentes no se veían .
– Te pasa algo si quieres me saco los lentes- dije, pero él no respondió y se fue dejándome sola, entonces grité:
– Eres extraño, sabes!!!
Y para mi sorpresa se dio vuelta y me miro como si quisiera sonreír, sin embargo se dio vuelta y siguió su camino. Al final del día me puse en el balcón, al rato entro Lena y luego subió Bruno y dijo:
– Te doy mi pésame por el día de hoy.
– Saben, al final no fue tan malo.- respondí
– ¿Por qué, lo dices en serio?- hablaron Bruno y Lena
– Porque fue como si hablara con las paredes, él no dijo ni pío.
– Ven primero deben conocer a las personas- dijo Lena
– Oye Bruno, ¿por qué no tocas la armónica? – le dije
– ¿Tú, tocas la armónica? – pregunto Lena
Pero Bruno no respondió, al parecer yo había metido las patas.
– Bueno me voy- se despidió Bruno.
– Yo también- hablo Lena
– OK
Me acosté y dormí altiro, pero luego de unas horas sentí ruidos en el balcón salí y vi a Bruno.
– Sube- dije
– No tocare la armónica aquí abajo y solo para ti; mi mejor amiga.
– Entonces, te escucho.
Toco largo rato yo lo escuchaba con atención, luego vi la hora y eran las 3:30 a.m.
– Chao, Yumi
– Gracias, Bruno, que duermas bien.
Al día siguiente fui a clases normal, y a la hora de almuerzo me encontré con Bruno, que no lo veía desde la noche.
– Hola, Yumi, ¿haces algo el sábado?
– Te recuerdo; estoy castigada- respondí
– Ah… bueno chao, espera ¿y Lena hace algo?
– No sé, perdón que pregunte, ¿quieres que te haga la movida con ella?
Como siempre lo hacía no contesto y se fue, a pesar de conocerlo poco, sabía que algo le preocupaba. En el recreo lo vi conversando muy animado con Lena. Ella vino muy animada a contarme lo que él le había dicho:
– Adivina, Bruno me invito a salí, ¿qué te parece?
– Bien, sabía que lo haría porque me pregunto qué harías el fin de semana. Aprovecha…
Terminando la semana volví a quedar sola, pero no fue tan aburrido, esta vez Benjamín se acercó a hablarme.
– Se que soy antipático y todo eso, pero tú me caes bien por eso lo hago, ¿te pasa algo te noto rara? – y antes de que terminara agrego- el otro día te vi sonreír y tus ojos desaparecen, sin embargo….
– ¿Sin embargo que….?
– Nada.
– Respondiendo lo anterior no estoy triste solo que no quiero que mi abuela este sola.
– No creo que este sola tiene a tus padres ¿No?
– No, te equivocas
– ¿Por qué?
– Están muertos
– Yo… lo siento, en serio.
– No te preocupes estoy bien. Permiso
Y me fui a mi pieza a dormir un poco estaba algo cansada. Al despertar empecé a ordenar y encontré los apuntes de mi abuela, que eran como unas 21 hojas, comencé a leerlas….
Mientras Lena y Bruno estaban en el parque.
– Bueno dime para que me invitaste a salir- dijo Lena
– Es para hablar de Yumi.
– ¿Si?
– Lo que pasa es que creo que esta triste por lo de sus padres
– No, ella está bien, yo la conozco- dijo algo molesta.
– ¿¿Dije algo que te molesto?? – pregunto Bruno
– Nada, es que me duele la cabeza, y de verdad que ella está bien.
– Si yo te creo, entonces, te invito a un helado.- contesto Bruno
– Perfec, vamos conozco un lugar…