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Diversas Personalidades (Capítulo Final)

Desde entonces que Esteban se fue al extranjero y Tina se traslado de ciudad por el trabajo de su padre. Aimary y yo llevamos 5 meses, durante los cuales he discutido mucho con ella a causa de que está preocupada por Esteban. El día en que él llegaba lo fuimos a recibir al aeropuerto. Al verlo tanto ella como yo quedamos atónitos. Venia con un niñito en sus brazos era casi igual que él a excepción de sus ojos que eran del color de la mujer que venia a su lado, ella era alta, de pelo corto y rubia. Ellos se nos acercaron.

– ¿Quién les dijo que llegaba hoy?, no tenían por que haber venido así que chao- hablo Esteban.               

– No la presentas- dijo Aimary.          

– ¿Presentarla?, claro ella es Febe y el mi hijo Alexander.           

– ¿Hijo? – dijimos Aimary y yo.         

– Si, tiene 2 años. Los traje a vivir conmigo ahora pueden irse         

– Claro- dijo Aimary- vamos Pablo.         

– Si, chao Esteban, cuídalos, Febe, Alex- dije.      

Durante el trayecto ella no dijo nada, iba cabizbaja.

– ¿Aún te gusta Esteban?, todavía no consigo que solo pienses en mi.      

– No puedo evitar, pero eso no quiere decir que no te quiera, has ganado mucho más que ninguno diría yo.    

– Si lo sé, me he dado cuenta, ves que soy irresistible.      

Ella rió y dijo:

– Tú eres el único que no ha cambiado sigues igual de orgulloso y creído, pero no importa porque así y todo me gustas- respondió.       

– lo sé perfectamente- dije ya más alegre.    

Cierto día Aimary y yo estábamos solos en mi casa, era una oportunidad única y la empecé a seducir, la besaba, estaba funcionando. Cuando ya estábamos, ambos, sin camisa ella me separó.

– No por favor      

– Eres una… imbécil ¡ándate!, he esperado tanto y tú lo único que haces es pensar en ese idiota. Vete.       

Ella se puso a llorar se vistió y se fue sin decir ni una palabra. Camino triste, se sentó, en el parque, Esteban la vio y se acerco.

– ¿Qué te pasa?, no debes llorar.      

– ¿Te molestaría dejarme sola? – dijo Aimary          

– No es el momento de estar sola            

Y sin decir más ella se paró y se fue, pero él la detuvo.

– No te iras- y la abrazó, luego le tomaría la cara para besarla, pero ella le dijo.       

– No le haré esto a Pablo ni tu a tu pareja- al decir esta se fue corriendo dejándolo solo.         

Luego de que discutimos me arrepentí de lo que dije y salí a buscarla. En el parque me encontré con Esteban.

– Pablo, ¿qué le dijiste para que estuviera así?, no te entiendo, hiciste tanto para estar con ella.     

– ¿Para donde se fue?    

Pero no respondió, entonces salí corriendo, la busqué, pero no la encontré. Esteban la fue a ver y la abrazo para consolarla, pero como hombre tuvo el deseo de tenerla. Comenzó a besarla y ella se dejó, siguió por desvestirla, todo continuo su curso esperado. Cuando acabaron Esteban la besó en la frente. 

– ¿Por qué? Esteban yo…- y se puso a llorar.          

– Eres linda, pero esto no debió ocurrir nosotros tenemos pareja- se levanto y comenzó a vestirse.     

 – Si lo mejor será no vernos- respondió Aimary.   

Al despedirse Esteban no lo pudo evitar y la besó. Como se habían puesto de acuerdo no se volvieron a ver, al mes supe que Esteban se había ido a vivir con su pareja e hijo a Inglaterra. Cuando volví a verla ella no me hablaba, si a penas me miraba.

El día viernes Tina vino a verme lo que dijo e hicimos aún me pesa en la conciencia……     

– Mira he venido decidida a todo- habló Tina           

– Si que……- pero no termine por que se abalanzó sobre mi. Estábamos en lo mejor cuando entraron.       

– Pablo, estaba la puerta abierta y pa……- era Aimary, que no se puso más roja porque no podía, al vernos salió corriendo. Al hacerlo cruzó la calle sin mirar y.… la atropello un camión. Estaba grave en el hospital.           

– Todo es culpa mía- dije cuando llegamos Tina y yo a la clínica.      

– Ella estará bien, se que no es lugar, pero, ¿quieres pololear conmigo? – preguntó Tina          

– No es el momento- respondí.   

– Piénsalo. Creo que hay que avisarle a Esteban- dijo.   

No respondí porque solo el hecho de decirle a Esteban me asustaba. Él llegó a la semana y casi me mata. El doctor hizo muchos exámenes y no dijo que ella a causa del accidente quedaría vegetal, solo atinamos a quedarnos en silencio. Uno por uno paso a verla primero Tina.

– Que pena verte así. Te diré una coso me quedare con Pablo, el necesita de alguien a su lado- y salió. En seguida entre yo.       

– Aimary- comencé- daría mi vida para que tu estés bien- y no pude seguir porque de mis ojos empezaron a brotar lagrimas muy sinceras. Estuve mucho rato con ella hasta que me pidieron salir para que entrara Esteban. Estuvo mucho rato en silencio, solo miraba por la ventana, luego habló:       

– Ahora que tú estas así me di cuenta de que te amo y que jamás debí dejarte, no sabes cuanto me arrepiento- se agacho y la beso primero en la frente y luego en los labios. Al salir dijo:          

– El doctor me dijo que el embarazo seguirá su curso a pesar de…- pero no termino- cuidare muy bien de nuestro hijo, será el mejor recuerdo de nuestro amor……- terminó.      

FIN

Diversas Personalidades (Capítulo 6)

Al del campamento Esteban y Tina estaban muy silenciosos, demasiado diría yo, estuvieron así durante 3 semanas.

Aimary me pidió tiempo para estar segura de lo que sentía. En una de nuestras salidas en grupo Esteban habló:

– Creo que ustedes hacen una linda pareja, ¿cuánto llevan?       

– 3 semanas- dije tomándole la mano a mi supuesta novia, ella no dijo nada.          

– Mucho, mucho- murmuro Tina, hacia una semana que estaba muy pesada.      

Esteban y Aimary tenían una característica en común, ambos se vestían de negro. Estábamos de lo mejor conversando cuando se nos acercó un fotógrafo.

– Ustedes los de negro, ¿quieren posar para mí?           

– ¿Nosotros? – preguntaron Esteban y Aimary.                

– Si, vamos por aquí.           

Ambos lo siguieron y Tina y yo dijimos que los esperaríamos. Cuando llegaron al local el Sr. Les dijo:

– Están perfectos para la sesión de fotos, se pondrán como yo les digo

– Yo no posaré, ¿qué se cree? – dijo y Esteban           

El caballero tomo a Esteban y dijo:     

– Tómala de la cintura y llévala hacia ti- Esteban le obedeció- luego tu- hablo dirigiéndose a Aimary- no, no, mejor bésala.         

– ¿QUÉ? – dijo Esteban      

– Si bésala, es fácil- y los puso frente a frente, demasiado cerca- Eso es no se muevan.                  

En la última foto él le dijo a Aimary que se recostara en el suelo y Esteban encima tomándola con sus brazos, ambos estaban muy nerviosos. 

Tina y yo llegamos justo cuando la sesión había terminado. Pero días después una chica se me acercó.

– Si ella fuera mi novia no dejaría que se sacara ese tipo de fotos- dijo dejando una revista encima de mi mesa. La revista era de una galería de arte y la foto mejor catalogada era la ultima de la sesión. Muy enojado fui a hablar con ella.

– Disfrutaste mucho de las fotos ¿cierto?, me dejaste como un tonto- le dije señalándole las fotos.         

– ¿Qué? – cuando vio las fotos se enrojeció              

– Esteban no es para ti, sabías que le gusta tu mejor amiga, la Tina.      

Aimary no me creyó sabia muy bien cuando mentía por mi parte yo le dejé de hablar, ella se veía triste, pero no me acerqué. La escuche hablar con Tina después de un entrenamiento.

– Aimary me gustaron mucho tus fotos, eres una posera- decía Tina.      

– Gracias. Quiero hablar con Pablo y arreglar las cosas con él- respondió Aimary             

– Mm, chao, Ai- y Tina tomo otro camino       

Al día siguiente ella se acercó a mí.

– Pablo no quiero que sigas enojado     

– ¿Por qué dices eso? – pregunte         

– Porque…. porque tumegustasmucho- dijo muy rápido                 

– ¿Qué?      

– Tú … tu me atraes y quiero date una oportunidad- dijo ya más lento.        

– Pues nadie se a arrepentido de salir conmigo, pero ¿por qué ahora piensas en darme una oportunidad?

– Porque tu has sido el único que ha tratado de que yo cambie un poco, y los hacho con todas tus fuerzas. Eso era lo que yo esperaba que alguien se la jugará por mí, aunque….          

– Si se perfectamente que aún te gusta Esteban, pero yo me ganaré tu corazón- dije.

Fin Cap6.

Diversas Personalidades (Capítulo 5)

Hay cosas que no se pueden evitar y una de ellas es que Esteban, Aimary, Tina y yo nos convertimos en muy buenos amigos. Esteban seguía pesado y eso era bueno porque su relación con Aimary no había cambiado tanto.

Las cosas entre ella y yo ibas lentas pero segura, habíamos salidos 2 o 3 veces, nos decidimos juntar el día domingo. Trate de besarla y ella me dijo:

– No quiero que seas tu quien me bese primero. Estamos recién conociéndonos, 1 mes no es suficiente.        

– Bueno, no haré nada, pero no te puedo esperar por siempre- le aclare         

– Jamás te he pedido que me esperes.                             

Desde que nos conocimos ella ha cambiado conmigo, ya no es tan tímida, digo tan porque aún lo era un poco.

Para nadie era un secreto que a mi me encantaba Aimary, a muchos le impresionaba que no se rindiera anta mis encantos, pero los comentarios no me afectaban. Aún tenia la duda de si a Esteban le gustaba, podía ser que fuera gay, ojalá, con tal de que yo no le guste con lo atractivo que soy.         

El instituto decidió hacer un campamento, todos juntos. En el bus quería sentarme con la Ai, sin embargo, el Esteban se me adelanto.

– Ven siéntate a mi lado, necesito hablar contigo.               

– Bueno, ¿puedo sentarme a la ventana? – pregunto Aimary      

– Si. – contesto Esteban                     

A pesar de lo que dijo, Esteban no articulo palabra en todo el trayecto. Cuando llegamos le dije:

– Sabes si querías sentarte con ella hubieras dicho “Quiero…”, no tienes que usar pretextos- dije molesto.             

– Es raro verte celoso, estas muy inseguro- respondió.       

– Tu crees que no me he dad cuenta de lo que sientes- al decirle esto trataba de sacarle mentira por verdad. Me iba a contestar, pero justo no llamaron para ayudar.                

Cuando estábamos en la fogata, Aimary se quedo dormida apoyada en Esteban. Este la fue a dejar a su carpa, la acostó se iba a ir, pero ella lo abrazó y le dijo dormida:

– Te quiero a mi lado.                 

Esteban la dejo y salió estaba desconcertado, él le gustaba a ella, a pesar de haberla tratado mal, además todos las chicas que andaban detrás de él era por su habilidad con el arco, por esta razón, también, muchas habían entrado al club, pero Aimary, ella…

Esteban la evito durante los siguientes 2 días y a la tercera noche hablo con ella.

– Recuerdas que al venirnos te pedí que te sentaras conmigo para hablar, bueno no conseguí el valor necesario para hacerlo, pero ahora lo haré.    

– Pues te escucho, Esteban- dijo Aimary                     

– Yo te…- pero no termino porque yo lo interrumpí         

– Aimary- dije- quiero que todos sean testigos de lo que te diré, quiero que seas mi novia. Puedes responderme mañana.         

– Creo que eso se pide en privado, Imbécil, debes ser más delicado- acotó Esteban, luego se fue.               

– Me importa un pepino lo que diga, entonces ¿qué respondes? – pregunte     

– Pues…- pero no dijo nada porque se dio cuenta de que todos escuchaban atentos- Ven- dijo y nos alejamos- te respondo que no, te lo di a entender la otra vez que salimos.           

– Lo seguiré intentando, eso no esta prohibido, ¿cierto?      

– No, claro que no- respondió   

Esa noche arreglamos las cosas para partir. Ya muy tarde Esteban estaba practicando cerca de la rivera. A unos pocos metros estaba Aimary. Él la sintió y se voltio a verla.

– Perdón no quise molestarte- y se fue, pero Esteban le tomo la mano deteniéndola.              

– Espera quiero terminar de hablar.  

Ella espero en silencio a que hablara, él tomo aire y comenzó:

– Te pido disculpas por todas las veces en que trate mal, nunca te lo mereciste- Aimary agachó la vista sin decir nada. Esteban tuvo el impulso de abrazarla, pero…         

– Ai por fin te encuentre, ven- y la tome del brazo llevándomela.        

– ¿Qué quieres? – dijo molesta por la interrupción             

– Yo no puedo esperar- y sin decir más la bese. Ella no tuvo tiempo para reaccionar, desde lejos 2 personas nos observaban. Cuando nos separamos, justo delante de mí paso un flecha, en ella venia un papel que decía “cuídate”.               

– Esteban…- dijo Ai en voz baja.              

– SH… no digas nada- la tomé en mis brazos y la volví a besar esta vez ella también respondió. Por fin, pensé, Esteban no ganó.

Fin Cap5.

Diversas Personalidades (Capítulo 4)

El día domingo en el partido estuve atento para ver cuando llegara Aimary, cuando la ubique vi que sentado cerca de ella estaba Esteban.           

– Debo saber si le gusta- dije en voz alta.    

– Pablo, quieres tomar atención a lo que digo, luego averiguas si le gusta o no- dijo el entrenador.                                

Todo fue genial, ganamos, pero eso no era lo que me tía más contento, Aimary había aceptado salir conmigo.

El día lunes fuimos a ver jugar a Esteban. Nos acercamos a desearle buena suerte. Yo le estreché la mano, pero no conseguí saber lo que pensaba, él se había bloqueado. Antes de ir a tomar asiento él me dijo:

– Pablo, las cosas conmigo solo funcionan una vez- solo lo mire, Esteban sabia de mi habilidad, tendría que quedarme con la duda de si le gustaba Aimary o le preguntaba corriendo el riesgo de que me mandara a la punta del cerro.

El torneo duró 1 semana, Esteban ganó, la sorpresa fue lo que dijo cuando recibió el trofeo.

– Vamos unas palabras del ganador- decía el presentador           

– Solo que le dedico mi premio a una persona, se llama Aimary y esta en el público.     

– Genial, entonces que la novia del ganador pase al escenario- cuando dijo eso Aimary no pudo evitar ponerse roja y Esteban tuvo que decir que eran como familiares…    

Fin Cap4.

Diversas Personalidades (Capítulo 3)

Mientras tanto Esteban se acercó al equipo de tenis y pidió que llamaran a Aimary, a pesar de lo que le dije no pudo evitar ser antipático.

– Mira no se que tontera hiciste conmigo, pero… pero te doy las gracias correspondientes- en ese momento salí y los vi hablando. Me fijé en él y lo vi algo ruborizado se notaba por que él era pálido de ojos celestes, su cabello gris. Luego la observé a ella y muy asombrado vi que le sonreía, hablo, pero no pude escuchar sin embargo le leí los labios:

– De nada espero que ganes sería una gran alegría para mí- cuando ella dijo eso Esteban no pudo evitar sorprenderse y sonrojarse. No me convenía que él la tratara mejor así que me acerque a ellos.

– Hola!!, Esteban, ¿cuándo te vas? – hable automáticamente luego agregue- digo, ¿cuándo empieza tu torneo?        

– El lunes. Debo irme, chao.             

Cuando estuvo lejos le pregunte a Aimary:

– ¿Por qué a mi no me sonríes como a él?              

– El domingo iré a apoyarlos- respondió evitando el tema.                

– Genial, te prometo que ganaremos. Explícame, ¿cuándo supiste que tenías la habilidad de sanar?               

– ¿Tú… como lo sabes?, ni siquiera se lo ha dicho a mi mejor amiga.            

Para convencerla le dije:

– Aunque no me quieras decir si yo te toco lo sabré, porque con un solo roce puedo conocer lo que piensas las personas, pero no el digas a nadie es un secreto, ¿sí?         

– Parece que no me queda otra. Hace 5 años mi padre estaba grave en el hospital, cuando estuve frente a él, sentí que si lo tocaba todo estaría bien y así fue, luego supe que cada 3 generaciones una persona de mi familia nace con este don, claro que nadie lo sabe espero que sea así- termino de decir.         

– Así será, ahora estamos unidos porque guardamos el secreto del otro.      

– Así parece- contesto.        

Fin Cap3.

Diversas Personalidades (Capítulo 2)

La estuve esperando unos 30 minutos. Llego muy producida casino la reconocí, iba vestido con un conjunto negro; corsé, falda y chaqueta, todo con pequeños toques verdes. Yo estaba vestido con un buzo rojo con líneas negras. Cuando se acerco a mi le dije:

– Pareces un ángel cubierto por la oscuridad de la noche.  

– Mu…. muchas gracias- contesto, estaba tan roja como mi polerón.       

– Haber, ¿qué te parece si vemos “La casa de cera”.          

 En plena película miré hacia mi lado y vi que ella no estaba.

– No puede ser se me escapó, pero no me voy a perder la peli, mejor me quedo.    

Mientras tanto Aimary se iba a su casa, lo que yo le había dicho le molesto, y aprovecho verme concentrado en la película para irse.

– Jamás me habían dicho algo así, seguro es como siempre, me esta molestando.

Al salir me encontré con Tina.

– Hola, ¿y la Aimary?- pregunto      

– No sé, se fue en plena película, espera ¿cómo sabes que la invite a salir? 

– Hace como 3 años que somos amigas, entro a la academia porque avanzó mucho en su juego, y respondiendo tu pregunta, ella me dijo. Seguro que ahora me dirá que hiciste que se fue.   

Pero Tina se equivocaba. Aimary solo hizo el comentario de interesante.

El día lunes cuando me estaba yendo vi a Esteban con Aimary, él parecía molesto. Se fue y ella estaba en silencio, decidí partir a pelear, porque él no debe ser así con nadie, pero cuando estaba por ir, ella me tomo el brazo.

– No vayas- pidió         

– ¿Por qué?, él te trata mal, te humilla, no entiendo- y le dije para alegrarla- si sonrieras a mi se me ilumina el mundo.      

Ella levanto la vista y con asombro vi que sus lindos ojitos estabas cubiertos de lágrimas.

– ¿Por qué te burlas de mí?, Una ves un chico hizo la mismo que estas haciendo tu ahora, yo le creí… no es gracioso que se mofen de ti, ni que jueguen con tus sentimientos.

Comencé a sentir un terrible dolor de cabeza y exclamé: 

– ¡Ay!   

– ¿Te pasa algo? – pregunto tomándome el brazo. Cuando lo hizo pude saber lo que pensaba. Luego que me soltó le pregunte:

– ¿A ti te gusta Esteban?     

– ¿A….. mi? Permiso, adiós- contesto muy nerviosa.              

Solo una vez me había dolido la cabeza de esa manera, pero en ese entonces nadie me había tocado, era una desgracia que a ella le gustara Esteban, él jamás la tomaría en cuenta, no importa estoy decidido a quedarme con ella. 

Hace 1 semana que salimos de clases y el calor iba en aumento. Para todos los entrenamientos eran una tortura porque estábamos desde las 8:30 a.m. hasta las 630p.m. Cierto día los gritos de Esteban se sintieron por todo el establecimiento.

– ¡¿POR QUË DEBO SALIRME DEL TORNEO?!- decía   

– Tu mano con ese esguince no puedes tirar- le respondía su entrenadora     

– Estoy bien, observa  

Tomo una de sus flechas, tiro, pero no acertó, cuando es ocurría las cosas estaban mal, muy mal.

– Bueno, aviso el viernes que te retiras- le dijo tajante su entrenadora.   

– Tú, no puedes…- pero no termino porque se dio cuenta de que todos lo observaban.

– Acaso doy un espectáculo que todos me miran- dijo. 

Todos lo conocíamos muy bien, así que nos dispersamos rápidamente, solo una persona se quedo, Aimary. Tímidamente se acercó a Esteban, tomo su mano herida e hizo algo, creo, porque el lugar que ella toco se iluminó. Esteban estaba desconcertado que no tuvo tiempo para reaccionar.

– Ya puedes tirar- le dijo ella y se fue sin esperar respuesta.        

Haciendo caso de lo que le dijo Esteban tiro y acertó, le contó a su entrenadora esta le dijo que tenían que ir al medico a confirmar que no había esguince. Al día siguiente me entere que le doctor le había dicho a Esteban que su recuperación era milagrosa. Ese mismo día Esteban parecía muy nervioso, Tina me lo hizo notar.

– Quisiera saber por qué Esteban esta tan inquieto- dijo.     

– Saber…- repetí y me fui directo donde estaba Esteban, me concentre y le tome el brazo, hacia ya 1 semana que podía controlar la habilidad de saber lo que piensan las personas.

– ¿Qué te pasa? – pregunto Esteban      

– Solo se sincero, y háblale sin ser antipático, ella te salvo de retirarte del torneo, debes ser agradable- respondí. Entonces Tina grito:          

– ¡¡¡¡¡Pablo, ven el profe nos llama!!!!!- ambos estábamos en el mismo equipo y el domingo tendríamos un partido contra la “U” del mar.         

Fin Cap2.

Diversas Personalidades (Capítulo 1)

Hola, soy Pablo Rivera, tengo 19 años y soy el mejor jugando basketball. Acabo de terminar mi entrenamiento, oh, escucho retos….

– Eres una imbécil, ¿es que no sabes jugar bien? Me desconcentraste en mi último tiro. No deberían permitir que gente como tú entre a este lugar, aquí solo vienen los mejores, y tú…       

– Lo siento, por favor no sigas- dijo ella

– Cállate, nadie te ha dicho que hables.

Esto es lo ultimo que diría él, porque ella se puso a llorar silenciosamente. Sabia quien era él, su nombre es Esteban, es muy antipático con todos, hasta con sus amigos. Es el mejor en el tiro al arco, ha ganado muchos trofeos, pero eso no le da el derecho de gritarle a ella, ahora que la veo a ella no la conozco y eso que todas las del instituto han salido conmigo.

– Oye, Esteban, ¿qué té pasa?, ella ya te pidió disculpas, déjala- dije.    

– El problema no es contigo, Pablo, en fin, para que discutir- dijo y se fue, Esteban.   

– No llores, toma- dije pasándole un pañuelo- Te verías linda con una sonrisa, ¿me regalas una? Pero no respondió, ni tomó mi pañuelo, aún por su lindo rostro caían silenciosas lágrimas.

– Vamos que no te afecte lo que lo dice, el es un maldito pretencioso, él…      

– No sigas, yo estoy bien- dijo con voz de ultra tumba. Y subió a su bicicleta amarilla yéndose.      

– Espera por lo menos dime tu nombre- pero no la alcance porque se fue muy rápido.         

Al día siguiente no tenia entrenamiento, y me dedique a buscar a la misteriosa niñita de la bici amarilla. Primero me acerque al equipo de los flecheros, como les digo yo, y les pregunte a unas niñas, todas locas por Esteban.  

– Srtas., ¿las puedo molestar? – dije.      

– ¿Qué quieres? – pregunto una chica rubia.        

– Busco a una jovencita que debe medir 168, 17 años, ojos verdes, pelirroja de cabello ondulado y escalonado- Respondí.     

– Algo más- objeto la niña que había hablado primero.

– Sí, tiene una bici amarilla- dije    

– Ella es del…. ya vamos a empezar el entrenamiento- dijo repentinamente. Entonces me volví y vi a Esteban.    

– No tienes nada mejor que hacer que venir a molestar, nadie te pidió que te asomaras- dijo molesto Esteban.     

– No vine a discutir contigo, ya me voy- dije y salí del terreno de los arqueros.   

Iba a seguir por los de esgrima, pero un partido de tenis me llamó la atención, no el juego en sí si no que las jugadoras y sus piernas y decidí sentarme a observar.  

– Aimary, cada día eres mejor- decía la entrenadora, a una joven que usaba visera, cuando se la saco la pude reconocer, era la niña que Esteban había hecho llorar.

Feliz por haberla encontrado me puse a esperarla al lado de su bici, mientras ella iba a ducharse. Al salir ella se dirigió sin mirar hacia delante, estaba con la vista fija en el suelo.

– Hola, por fin se tu nombre, es lindo, Aimary- le dije         

– ¿Tú?, yo debo irme, ¿me dejas tomar mi bici?

– Solo si aceptas salir conmigo, a ver una película.     

– Bueno, ¿puedo tomarla? – pregunto   

– Mañana que es sábado, ¿te parece?, juntemos en el mall, chao- y me despedí con un beso en la mejilla. Cuando me volví a verla ella estaba roja como un tomate, tomo su bici y se fue muy rápido.    

Entonces me dije:

– Hace tiempo que no me tocaba conquistar a una chica tímida, uf, muy fácil, seguro no ha tenido novio….    

Mientras Aimary sé junto con su mejor amiga Valentina, que era todo lo contrario a ella, muy extrovertida, mide 170, practica basket, es menor que Aimary, tiene 16, su cabello es corto, negro con visos verdes.

– Bueno Ai descríbeme el niño que te gusta nunca lo has hecho- pedía Tina.     

– No. Si quieres puedo describirte al que me invito a salir- respondió Aimary   

– Ok, algo es algo.   

– Es alto debe medir 180, deportista, cabello castaño, ojos amarillos, se ve simpático. Es tarde, tengo que irme tina, chao- dijo Aimary y se fue.    

– Ya se quien te invito a salir; es Pablo- miro, pero se dio cuenta que estaba sola- ¿Por qué Pablo?, me gustaría ir con ella… 

Fin Cap.1

Vida universitaria (Capítulo Final)

Por fin era el último día en la “U” y Sofía no apareció, ella jamás faltaba decía que el primer y el ultimo día eran los mejores…

– ¿Tú la quieres aún? – le pregunto Javier a Marc     

– Es inevitable- contesto Marc- a pesar de todo.              

– Hablando del rey de roma- y diciendo esto se fue.      

Ella venia con un pañuelo en la cabeza estaba muy seria.

– Hola Marc, ¿podemos hablar?            

– Pensé que había quedado todo claro.      

– No, yo estaba mal y lo siento- diciendo esto se sacó el pañuelo y dejo a vista de todos, el camino que había decidido tomar.      

– Tu cabello, ¿por qué te lo rapaste y al cero para rematarla? – dijo Marc.     

– Veras la apuesta era la siguiente, si yo ganaba tenía el dinero, pero si no debía raparme- contesto Sofía.       

– Pero lo hiciste, quiero decir ganaste- objetó Marc.      

– Déjame terminar, es cierto lo hice, pero era sincera, decidí devolver el dinero y cumplir la otra parte, yo te quiero y si gané por así decirlo, serás capaz de perdonarme- al levantar la vista se dio cuenta de que Marc no estaba. A ella se le acerco su amiga y le dijo:    

– No sirvió de nada tu arrepentimiento, te hubieras quedado con el dinero.    

– Cállate, el me perdonara……      

*******    

Llego el último día del año y lo pasarían todos juntos. Javier que ahora estaba soltero se acercó a Agustina una vez más.

– Agus, ha sido genial conocerte ha sido el mejor año- dijo Javier.                

– Javier, tú todavía quieres……..         

– Sí, sí, ¿piensas darme una oportunidad?      

– Bueno, sí, gracias a la intervención de una persona que no quiero nombrar- dijo mirando a su hermano.   

– Gracias Marc- dijo Javier abrazando a la Agustina.   

– Hermano, ya tendrás lo tuyo- al terminar de decir esto apareció Sofía.      

– Hola Marc- dijo ella     

– Sofí…a, ¿qué quieres?          

– Mírame a la cara y dime que no me quieres ver y que me detestas- Él la miro y dijo:     

– A pesar de todo, yo te amo y estoy dispuesto a darte una oportunidad, yo no te puedo odiar- al ver el rostro de su hermana agregó- Si yo la perdono tú también.     

– Bueno, tu felicidad es la mía- dijo Agustina, que se notaba muy molesta.      

Marc abrazo a Sofía y se besaron.

A pesar de todo había sido un buen año.

FIN

Vida universitaria (Capítulo 4)

Marc siguió recibiendo llamadas anónimas, trató de averiguar quién era, pero no consiguió resultados, además no entendía de que tenía que cuidarse.

Cierto día en casa de Sofía sonó el cel de Marc, ella contesto, pero no respondieron.

– Te llamaron, pero no contestaron- le dijo ella a Marc.

– Seguro era equivocado     

– Sí, es lo más probable.       

Javier viendo que Agustina no daba su brazo a torcer decidió que tenía que buscar la forma de pasar el tiempo en sus ratos libres y se puso a pololear, lo primero que hizo fue presentársela a Agustina, ya que muy en el fondo el esperaba que ella se pusiera celosa, pero esto en ella no tuvo efecto alguno.

Ya quedaba un mes para que se terminara el año y a Sofía la comenzaron a apurar.

– Mañana a la hora de almuerzo, ¿te parece?, debes traer la plata- dijo Sofía         

– Mañana- respondió la chica.     

Al otro día Marc recibió un mensaje que decía “DESTRUIR”, pero él muy inocente pensó que era una broma. A la hora de almuerzo Sofía estaba muy nerviosa, cuando vio a su amiga comenzó a hablar.

– Marc, te tengo que confesar algo- comenzó a decir muy indiferente- recuerdas cuando en la fiesta de bienvenida te dije que contigo ganaría mucho…- se detuvo, todos estaban muy atentos incluso Agustina que había ido para hablar con Javier, inspiró y prosiguió- pues gane y mucho. Ahora es el momento de que terminemos.    

– ¿Por qué?, si has ganado tanto conmigo, no crees que deberíamos seguir juntos- dijo Marc.    

– No seas idiota, no hablo de ganar cariño, si no que dinero- Marc pareció confundido y no podía hablar- seré más específica, aposté cierta cantidad de dinero para que estuviéramos juntos y luego termináramos. Agradezco tu colaboración, “Amorcito”.      

Con mucha dificultad Marc dijo:

– ¿Cu… cuánto valgo?     

Sofía no respondió muy en el fondo se estaba arrepintiendo de todo lo dicho. Marc sin mirar a nadie se levantó y se fue. Agustina tuvo que ser detenida porque al escuchar todo eso dijo que le iba a ir a pegar.

– No me detengan, que venga esa…esa, te vendes, eso es ser una PUTA.   

Sofía recibió un cheque y se fue. Luego de calmarse Agustina trató de ubicar a su hermano, pero no tuvo resultado.

– Javier, él no se lo merece, no él.   

– Lo sé, Agus, pero ¿qué podemos hacer? – dijo Javier.       

Marc no llego a casa. Todos estaban muy preocupados. – Sofía por su lado quería estar contenta, pero algo no se lo permitía.

Él solo apareció para los exámenes, tenía un cambio, se había cortado el pelo ya no lo tenía con rastas, al único que saludo fue a Javier, aunque se veía bien estaba destrozado y triste y su mayor inquietud era saber por qué a él le paso eso.

Cuando su hermana lo vio quedo atónita.

– ¿Cómo estás?         

– Bien, ¿por qué iba a estar mal? – contesto Marc      

– Soy tu hermana te conozco lo suficiente como para saber que estas más raro de lo común.     

– Las tonteras que dices, acaso tú crees que yo de verdad quería a la Sofía, pues te equivocas.   

– Bueno, no hablemos más y pasa a ver a la mamá que estaba muy preocupada.

 Mientras tanto Sofía estaba tomando una decisión radical.

Sonó el timbre y la Agustina abrió era Javier.

– Hola, Agus  

– Hola, pasa ya llamó a mi hermano.   

Marc bajo y se pusieron a conversar de cómo les había ido a ellos en las pruebas.

– Claro, ahora ustedes se relajan y yo que tengo que dar las pruebas para entrar.- dijo Agustina                                              

– De que te preocupas tú eres inteligente- dijo Javier   

– Gracias- le contesto ella. 

Volvieron a tocar el timbre y Agustina fue a abrir. Era Sofía.

– No te quiero aquí, ándate- y cerró la puerta sin dejarla hablar.    

– ¿Quién era? – pregunto Marc.  

– Cabros chicos que juegan al ring ring raja.      

– Genial- dijeron Marc y Javier.          

Fin Cap. 4.

Vida universitaria (Capítulo 3)

Estaban por salir de vacaciones, habían pasado aproximadamente 6 meses desde la apuesta, Sofía de apoco había empezado a insinuarse con Marc, a él no le daba nada permanecía indiferente, quien era como una fiera cuando los veía juntos era Agustina, en ella nada había cambiado, a pesar de que Javier la buscaba. El favor que Sofía le había pedido a Javier estaba cumplido, él y Marc eran los mejores amigos del mundo.

– Dime Marc, ¿cuándo vas a tener algo serio con la Sofía?      

– Eh…- dijo este ya que la pregunta lo pilló de sorpresa e hizo que se sonrojara para cambiar el tema dijo:          

– Tus intenciones con……

– Si, muy serias, el problema es que ella no me toma atención. – respondió Javier.     

– ¿A… ¿Agustina? – dijo Marc.      

– Hola Marc, necesito que me lleves a casa- dijo sin mirar siquiera a Javier, este molesto le dijo:      

– Tú no saludas    

– Ah, hola, vamos.      

Algo en ella no andaba bien, siempre saludaba a Javier y sonreía, pero ahora parecía estar ida y triste, se vislumbraba en su rostro, además su tono de voz era distante y apagado.

Se despidieron y se fueron.

Al día siguiente Marc estaba muy raro, nervioso e irritable, le gritó a Sofía, cuando el apenas hablaba.

– Javier, quiero que me orientes para estar preparado….      

Le contó con mucha rabia y pena que a su hermana la estaban acosando al punto de querer abusar de ella, Agustina muy valiente había reconocido a su agresor, se había hecho el careo correspondiente y ahora venia el juicio. Javier quedo pasmado, luego cuando reacciono, se puso a ayudar a Marc….

Paso la semana y Sofía se dio cuenta de que le quedaba poco tiempo para cumplir la apuesta. Para empezar ella le dijo que fuera a una fiesta que haría en su casa, pero eso era mentira ellos estarían solos. Él se dio cuenta, pero igual paso a conversar, ella estaba preparada gracias a la ayuda de Javier conocía todo lo que a Marc seducía, inquietaba, todo.

– Marc, ¿por qué resistes?, yo te quiero, además me queda poco tiempo.    

– ¿Qué dijiste? – hablo Marc       

Marc cedió muy fácil con eso lo digo todo, cayo redondito en su juego, estaba enamorado hasta los pies, ella solo esperaba el momento justo para destruirlo.   

Por otro lado, Agustina estaba más a la defensiva que nunca a causa de lo sucedido, pero su personalidad era la misma. Javier la fue a ver a la casa.

– Hola tía, ¿la Agustina?          

– Altiro la llamo.  

Al rato Agustina bajo.

– Javier, ¿qué quieres?

– ¿Salgamos?          

– No, contigo no- contesto ella       

– Deberías darte cuenta de que yo no te hice nada….              

Pero ella no lo dejo terminar, le tomo el rostro y le dijo:

– Lo sé perfectamente, como te dije la primera vez mi tiempo vale….            

Ella no finalizo la idea porque él la besó, pero no era el momento, ella lo separó y casi le da vuelta la cara con la cachetada que le dio.

– La visita termino.       

– Si, tienes razón- dijo Javier que tenía la mano marcada de Agustina.        

En la “U” comentaron la sucedido Marc, Sofía y el afectado: Javier.

– Tu hermana tiene la mano pesada.       

– Sí, pero debiste notar que no era el momento, quizá si hubieras esperado unas semanas te hubiera resultado oí que le decía a la mamá que tú le gustabas puede ser que las cosas hayan cambiado. – dijo Marc.     

– Agustina es tonta, que bueno que tú no, amorcito. – acotó Sofía        

Antes de entrar a la última clase llamaron a Marc, era el mismo número de la otra vez.

– Aló, ¿vas a hablar? – dijo Marc      

– Sí, cuídate puedes salir mal muy mal…….- y cortaron.    

– ¿Vas a entrar, mi amor? – le dijo Sofía.     

– Claro- respondió Marc que estaba algo raro.     

A la salida la chica con la que la Sofía hizo la apuesta se le acerco.

– Sofí, quiero hablar contigo     

– Sí, ¿qué quieres?                 

– Se te acaba el tiempo, ya lo tienes a tus pies, destrúyelo- dijo            

– Estoy esperando el momento- contesto Sofía       

– Ojalá solo sea eso, chao…

Algo no andaba bien, Sofía quería el dinero y no perdería su cabello, pero no tenía el valor necesario para destruirlo.             

Por otra parte, Javier volvió a ver a la Agustina y de rodillas le pidió una oportunidad.

– Mira como estoy por ti, acaso no tienes compasión          

– Párate, no seas tonto, no hay oportunidad, si quieres podemos ser amigos- dijo muy decidida Agustina.    

– Si no me queda otra, ¿Amigos? – le tendió la mano que ella tomo.        

Fin Cap. 3