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Internada (Capítulo Final)

Estaba mal, pero había pasado por tanto que no podía llorar, me agache lo tome en mis brazos y dije:

– No te mueras, por favor. 

– Te…. – pero no alcanzo a terminar porque falleció. Luego entro un oficial y dijo:        

– Sra. Su abuela Emina Langer, Falleció.       

– ¿QUÉ? – y sin poder resistir más me desmaye…     

Al despertar junto a mi estaban Eduardo y Benjamín.

– ¿Cómo estás? – dijo Eduardo         

– Las preguntitas, ¿tú que crees?- respondió el Benja       

– Debemos organizar los funerales- respondí débilmente.         

En el funeral no podía llorar no por tratar de hacerme la valiente, pero no me salían lágrimas, entonces se acercó Eduardo y dijo:

– Lo siento mucho.

Estas sencillas palabras me dieron mucha pena que logre llorar, entonces se acercó en Benja me abrazo y dijo:

– Recuerda que las cosas pasan por algo……        

Lloré mucho abrazada a Benjamín, ya no sabía que podía pasar, y pensé:  

– Siempre estaré sola…

– No, no es así…- respondió una voz.              

FIN

Internada (Capítulo 7)

Cierto día recibí una llamada del Benja. 

– Querida primita, Hola- dijo     

-¡Benja! Qué bueno escucharte, ¿cómo estás?

– Bien, super bien- su voz era distinta, en los años transcurridos había cambiado un poco.  

Nuestra conversación duro 2 horas luego  nos despedimos y dijo que me estaría llamado. Cambiando el tema cierto día llego el Bruno con su polola, llamada Fabiola, la típica niñita, rubia de ojos celestes. Cuando estuvimos solos le dije:

– ¿cómo que tu polola?   

– Sí, es linda ¿cierto?      

– No me puede gustar, soy mujer ¿recuerdas?- le dije molesta      

– Eso lo sé muy bien- respondió       

– ¿De qué hablas?            

– De nada- y se fue porque tenía que ir a buscar a su maldita hueca, quiera decir, Novia, no sabía porque me molestaba tanto. Tarde unos cuantos meses en darme cuenta de que amaba a Bruno y lo que sentía eran celos, pero me di la misión de olvidar lo que sentía. Una tarde me encontré  a Bruno solo.

– hola, ¿y tu novia?

– Terminamos- respondió        

– ¿En serio?- una diminuta esperanza surgió en mi      

– Bueno la verdad ella termino conmigo        

– ¿Quieres que te consuele?- comente      

Él estaba sentado y yo de pie, entonces se levantó, me miro y dijo:

– De verdad, entonces abrázame, estoy tiste- él no hablaba en serio me estaba agarrando para el web. Me puse seria y le dije lo que había jurado tratar de olvidar.

– Sabes, yo te amo     

– ¿Qué tú qué?- pregunto impresionado por la declaración.    

– No seas sordo, quieres, y lo que te dije fue que te amo..  

– Pues……    

No lo deje terminar porque me puse en las puntas de los pies y lo bese, antes de que me arrepintiera. Luego de esto nos pusimos a pololear, también llego el Benja y el Eduardo con su Sra., ambos estaban contentos de que el Bruno y yo fuéramos novios.

Para mi cumpleaños el Benja me regalo libros raros, el Eduardo ropa, pero estaba triste porque Bruno no apareció. Luego a la noche sentí una armónica salí y lo vi con un gran ramillete de rosas negras.

– Representa que siempre serás mía, ¿puedo pasar?- dijo       

– Claro- respondí

Fue la noche más maravillosa que he tenido, Bruno es tan tierno y delicado. Cuando despertamos, él me dijo:

– ¿Te gustaría despertar así conmigo por el resto de tu vida?           

– Obvio- respondí feliz         

Estaba terminando el año cuando empezamos arreglar los detalles para casarnos.

– ¿Te casaras de blanco?- inquirió el Benja            

– ¿Insinúas que no soy virgen?           

– No yo no he dicho eso- respondió riendo.        

Al Benja le había salido todo bien; salud, estudios, amor, pololea con una extranjera. El Eduardo estaba feliz porque será padre.

El día de la boda estaba feliz, solo lamentaba que mis padres no estuvieran, ni tampoco mi abuela.

Él me esperaba en el altar elegante, cuando llegue a su lado sonrío y me tomo la mano. Todo fue como una película romántica, por fin era su esposa y él mi marido, entonces…           

Una voz dijo:

– Solo estarán juntos hasta que la muerte los separe, ¿No querida amiga?- era Lena y sacó un arma- no se muevan.         

– ¿Por qué, Lena?- pregunte                

– Él no puede ser tuyo, así que tú morirás, él es mío- y disparo hacia mi corazón, pero…..              

– ¿Qué hiciste?- dijimos Lena y yo, el disparo lo recibo Bruno en su corazón, no se salvaría.               

– Si él muere yo también- y sin decir más se suicidó, Lena.               

Fin cap. 7

Internada (Capítulo 6)

Ha pasado el tiempo, ahora tengo 19 años, todo ha cambiado; el Benja está estudiando en EE.UU y mi primo Eduardo esta de luna de miel, solo me queda mi querido y mejor amigo Bruno.

Mi abuela está mal alucina mucho.

Bruno y yo estudiamos en la misma universidad pero no lo mismo, él estudia Construcción Civil y yo Sociología.

Mi tío Vicente me presento a su hija Soledad, es super simpática. A pesar de saber que hay gente que me quiere me siento sola sin nadie en quien confiar, quizás algún día pueda decir lo contrario.

En la “U” somos 2 compañeros el resto se quedó en primero, son solo 5 hombres el resto son mujeres, los estuve observando y solo 1 me gusta, pero es gay y tiene pareja, que pena. Luego deje de pensar en tener novio y me centre en los estudios.

Un día me junte a estudiar con Bruno, él estaba muy callado.

– ¿Qué te pasa?

– Nada solo pienso- respondió        

– Ahora que lo dices, he pensado en todo lo que me ha pasado y lo único bueno que rescato es la linda amistad que tenemos.        

– Amistad- repitió Bruno en forma mecánica    

– Sí, pero estudiemos       

– Claro, claro, a eso vine- respondió Bruno.

Fin Cap. 6

Internada (Capítulo 5)

Lo que escuche me dejo atónita. Mi abuela contó que cuando las  esposas de Vicente y Max tendrían sus bebes ella lo recordó todo, dice que repentinamente se vio en otra casa, que era en donde vivía con sus padres, recodo la discusión que era porque ella había descubierto que sus padres eran primos, entonces le dio rabia agarro unas tijeras y los apuñalo, cuando se dio cuenta de lo que había hecho decidió quemar la casa y se fue iba llorando y no vio un auto que venía este la choco y por eso perdió la memoria, quien manejaba el auto era el papá de Vicente. Luego el sicólogo le dijo que para la otra sesión hablarían de mi padre y también que paso cuando Vicente y Max la encontraron tirada en el suelo. Cuando termino me fui corriendo para llegar antes que ella a casa en el camino me encontré con Eduardo y Benja muy apurada les pedí que me llevaran.

– Que eres patuda- dijo el Benja              

– Vamos sube- respondió Eduardo           

Al llegar a  casa me despedí de ellos y para sorpresa tanto mía como de Eduardo, Benja me tomo el brazo y dijo.

– Así no se despide- sin agregar algo más me beso en los labios y se fueron.

 Por fin pude entrar al colegio, lo que paso con el Benja quedo como un secreto entre los que estábamos. Bruno estaba algo distinto y me acerque a hablarle.

– ¿Por qué tú y Lena no dicen que son novios?     

– ¿Novios? ¿quién te dijo eso?     

– Ella ¿por qué?   

– Permiso- dijo y se fue.         

Nunca pensé que esa pequeña conversación tendría tan grandes repercusiones en el futuro….

Cuando Bruno llego don de Lena le dijo:

– ¿Por qué le dijiste a Yumi que tú y yo somos novios?  

– Que quieres que te diga, yo haría todo para estar contigo, pero tú solo…. solo tienes ojos para ella, siempre me has gustado y cuando ella estuvo en el hospital desee que se muriera, todo hubiera sido más fácil, ah, otra cosa a ella nunca le ha gustado el Benja.     

– ¡Te desteto, no se supone que es tu amiga, ¿por qué no desapareces?!- dijo en Bruno   

– Si me iré, pero responde ¿qué tiene ella que no tenga yo?

– Ella… ella es muy sociable, pero yo sé que hay un lado que nadie conoce, es como yo, por eso me gusta- respondió con total sinceridad Bruno       

– Me lo suponía, igual siempre desearé que se muera.       

Jamás supe porque Lena se fue con Bruno todo volvió a la normalidad, claro que no le conté lo que sabía de mi abuela. En la última sesión que tuvo supe lo que le paso cuando la encontraron tirada, ella dijo que su madre la había venido a buscar para llevársela al por haberlos asesinados, pero como justo llegaron Max y Vicente, su madre la había dejado tirada en el piso. Pero lo más impresionante fue lo que contó de mi padre, ella relató que cuando recordó todo se refugió en Max, ya que se había acostumbrado a la idea de perder a Vicente además su esposa era simpática, él también se refugió en ella por la muerte de su esposa Karla y su primogénito durante el parto, entonces una noche cuando cenaron se les pasaron las copas y paso de todo, antes de despertar Vicente los vio y Max para no discutir se fue, a las semanas se fue ella también no quería saber nada de ellos. Pero luego recibió 2 noticias; la primera era que estaba embarazada del hermano del amor de su vida y lo segundo era que el padre de su hijo había muerto en un accidente de auto. Desde entonces ella no sabía nada de Vicente. Fue impresionante saber que Eduardo, Benjamín y yo somos primos en segundo grado, entonces vino el problema decirles o no. Cuando decidí hacerlo los junte a todos; abuela Vicente, Eduardo, Benjamín, y yo. Al verse tanto mi abuela como Vicente se quedaron mudos cuando di la noticia a mi abuela no le quedo otra que confirmar.

– Estamos anonadados- dijo Eduardo

– Así es la vida queridos primos    

Las cosas fueron de mal en peor; mi abuela se trastorno y trato de matarme, con mucha pena, la interne en el manicomio.

Fin cap. 5

“Conociendo mi perdición” Capítulo FINAL

Los días pasaron y nosotros sólo hablábamos por celular, está de más agregar que la amistad con Sol, fue de mal en peor, debido a que él le dijo que yo me había declarado, omitiendo el detalle del beso. Yo la vi una vez pero ella no me dijo nada, nuevamente hacía como que no sabía nada.

Como él se iba quedaron en probar una relación a distancia, pero no resultó, terminaron antes que él se fuera, incluso aunque yo le daba consejos para que aprendiera a tratar a Sol. Él se fue a otra región del país y apenas tuvo internet comenzamos a retomar la comunicación, a retomar nuestra extraña relación.

Me contó que conoció a una niña en su curso, que le gustaba, que había onda… y se me derrumbó el mundo… debido a eso y otras actitudes decidí eliminarlo, de todo, era un horror y error seguir con él, y justo había asumido que lo amaba y estaba dispuesta a esperarlo el tiempo que fuera necesario…  para poder comunicarse conmigo se hizo un fotolog y me posteó que me extrañaba.

Cuánto daño me hice y aunque no hablaba, ni sabía nada de él, mis sentimientos seguían ahí, intactos sin poder moverlos y sacarlos. Me traté de convencer que si venía no lo vería, que no tendríamos ningún tipo de relación. No quería asumir que sucumbiría ante el deseo de tenerlo, además tendría que elegir entre él y mis amistades…

¡Qué vida!… todo esto hasta ahora… ¿qué vendrá después?… ¿Quién sabe?

“Conociendo mi perdición” Capítulo 4

Para nuestra licenciatura de preparatoria, se acercó y me dijo que me quería, desapareció y no lo volví a ver hasta finales de año. Ahí empezaron los problemas. Muchos abrazos y demostraciones varias de cariño activaron los celos de Sol. Le hizo una escena de celos frente mío y luego cuando le pregunte como iba su relación con él me dijo que ese no era mi problema que no me metiera. Le pregunté a él qué pasaba y confirmó mis sospechas.

Él me tenía mucha confianza, así que me comentó que se iría de vacaciones con ella, me resigné a no tener ningún tipo de comunicación, no tener nada con él.

Se acercaba el cumpleaños de él y yo la llamé a ella para poder desearle a él un feliz cumpleaños, pero él estaba en su casa… Me conecté esperando que apareciera y así sucedió. Mientras conversábamos me comentó que se iría de la ciudad por el traslado de trabajo de su padre, me comentó que no sabía cómo decirle a Sol. Y por último me pregunto si podíamos vernos…

  • ¿Te parece en la tarde?- le dije como respuesta.
  • No, me gustaría desde la mañana, para que pasemos todo el día juntos…

Pregunte si podía y me dieron permiso. Me levanté temprano y salí. Espere en la plaza alrededor de 30 minutos, cuando llego me abrazó, y al mirarlo me percaté que sus ojos estaban rojos e hinchados.

Caminamos al parque, nos sentamos en el pasto, y se puso en mis brazos para que le hiciera cariño, conversamos y así estuvimos mucho rato… él rozaba sus labios en mi rostro, me sentía en otro mundo…

  • Ven…- dijo acostándose en el pasto.
  • No- le respondí, quedándome sentada.

De la nada él me tomó y me dejo enfrente de él, tendidos en el pasto. Por primera vez lo miraba a los ojos. Estábamos cerca y yo acariciaba sus mejillas.

  • No deberíamos estar de esta forma- dije rompiendo el silencio.
  • Lo sé…
  • Bueno… en todo caso no siento nada- agregué sínicamente.
  • En serio- dijo  y se acercó un poco más- Y ahora…
  • Tampoco…- se acercó tanto que nos separaban unos milímetros, podía sentir su respiración.
  • Segura…
  • No… ¿qué quieres?- contesté, mi cuerpo temblaba por completo.
  • Darte un beso- dijo a mi oído. Trate de zafarme pero él lo impidió- ¿Y tú?- agregó
  • No sé… ¡no sé!- contesté iba a levantarme y él me dio un fugaz beso
  • Listo… dijo y me volvió a tirar hacia a él- Quiero más…- agregó dándome pequeños besos en los labios- ¿estás segura?…

Contestaba no sé una y otra vez, y entonces él me besó, y luego de un momento me sentí aferrada a su cuerpo besándolo con intensidad… Era la primera vez que besaba a alguien… y con el novio de mi mejor amiga. Qué mal, sin embargo por primera vez oía lo que decía mi corazón, no me importaban, en aquel momento, las consecuencias de aquel acto.

  • Ven vamos a caminar…- dijo ya levantándose definitivamente

Lo seguí y me llevaba abrazada…

  • ¿Pasó?…
  • Si…-contesté.

Volvimos a mirarnos y nuevamente me besó. Conversamos un instante de lo sucedido y le dije todo lo que sentía desde el comienzo, llegamos al acuerdo de no contar lo sucedido a ninguno de nuestros conocidos…

  • Además no quiero arruinar tu amistad con Sol.
  • Uuuy, qué considerado- le conteste irónicamente

Nos pusimos en otro lado del parque y nos sentamos lejos, quizás para no caer en tentación. Me acosté en el pasto cerrando mis ojos, luego de un rato lo sentí a mi lado. Comenzó hacerme cosquillas, quedamos frente a frente y volvimos a besarnos. Nos sentamos y lo abracé…

  • No me aprietes tanto- dijo riendo.
  • Bah, tengo que aprovechar…- le contesté y el acaricio mi rostro lentamente y posó nuevamente sus labios en los míos.

La situación se estaba yendo de nuestras manos, así que caminamos hacia la casa de un amigo, que iba a salir pero cuando llegamos le dio flojera. Molestamos un poco y cuando nos quedamos solos él volvió a besarme. Temía que nos viera, ya que conocía a Sol, sabía que ellos era novios.

  • Casi…- dijo él, yo estaba histérica-feliz. Me llamaron por celular así que debía volver a mi casa. Lo fui a dejar, íbamos en silencio pero él lo rompió.- ¡Qué día!

Justo venía su autobús, mi iba a dar un beso en la boca, no obstante yo se lo di en la mejilla… y esa fue la última vez que lo vi en ese verano…

Fin Cap. 4

“Conociendo mi perdición” Capítulo 3

Solamente yo sabía de la relación, ella no quería que ninguna otra del grupo se enterará, no me supo explicar el por qué, pero me pidió por favor que no le dijera a ninguna así que accedí, supongo que no está demás agregar que las niñas no eran ni son tontas, y algo sospechaban.

Sol realmente estaba muy emocionada, así que prácticamente me hablaba todo el día de chico. Por mi parte yo aún mantenía conversación con él por msn, y en varias ocasiones se me insinuó, no obstante, yo no le prestaba atención y lo ignoraba, y aunque quisiera tomarlo en cuenta, era lo prohibido, y, además aún no asumía con creces mi atracción hacia él menos todavía que lo quería, me convencía que lo de nosotros no era más que una amistad que recién comenzaba.

De forma paulatina el grupo se fue enterando dela relación y la mayoría no estaba de acuerdo con ésta. Él la iba a buscar y ya sólo nos saludábamos de forma distante, dejamos de conversar como antes, aunque por msn la situación era diferente. Cierto día que fue al colegio sólo nos quedamos los tres, Sol iba en medio, por primera vez sentía que tocaba el violín, era una sensación horrible. Me despedí lo más rápido que pude y sin ánimos de nada, cuando ya estaba lejos de ellos, comencé a llorar… Tercera señal ignorada; pensar que yo era el segundo plano de ella… en la noche mientras teníamos nuestra conversación habitual me pidió que saliéramos, que la Nico le había dado la idea, que lo fuera a buscar al colegio…

  • Si a Sol no le incómoda iré, pero yo le preguntaré- le contesté. Esperaba que ella me dijera que no, sin embargo para mi sorpresa me dijo que no tenía ningún inconveniente.

Es así como lo fui a buscar, salió mucha gente del colegio y me encontré con Rosana, quién me miró con cara de “¿Qué haces acá?” y luego me saludo. Justo se fue y salió chico, cuando me vio me abrazó con fuerza y al caminar conversaba anida. Llegamos a la plaza y nos sentamos a descansar. Nos quedamos en silencio y yo le hacía cariño en la espalda, molestamos un rato y así se nos fue la hora. Al irnos me tomó la mano, no obstante en breve la soltó…

  •   Te quieres ir de la mano- dije molestándolo.
  • Sí…- contesto y luego agregó- Pero tengo novia.

Seguimos caminando en silencio, entonces sin previo aviso dijo:

  • ¿Entonces… te gusto?…
  • ¿Ah? – para variar me hice la desentendida, aunque yo ya había pensado en aquella posibilidad.

En fin, no sé, el me gustaba mucho, sabía que no era lo correcto, pero qué podía hacer, había comenzado a tener sentimientos por él, no era algo que controlara, por más que quería no podía, y sentía una rabia enorme hacia mi persona. Más aún me sentía la peor persona del mundo, era el novio de mi mejor amiga, puede que lo único bueno dentro de toda esta situación, es que me confesé con Teresa, ella tenía toda la información de lo que ocurría. Lo pasaba asqueroso así que decidí alejarme de él, evitarlo.

Se acercaba mi cumple y como caía día sábado, me quedé en el pc a esperarlo. Mientras me saludan por msn, él me habló, bueno en realidad discutir, no recuerdo cómo empezó, o obstante si tengo memoria de que dijo que yo no era interesante, que no sabía por qué hablábamos, y que además no entendía por qué me quería tanto…  se imaginan cómo me sentí, era mi cumpleaños. Lloré harto y decidí que él era malo para mi salud, que debía dejar de quererlo como lo hacía.

Al llega r el día de clases, una de mis grandes amigas, Fernanda, me encaró…

  • ¿Te gusta el novio de Sol?
  • Lo sabía…

Se molestó y me reto lo suficiente para esta vida. Dijo que yo sabía cómo era desde antes que la Sol lo  nombrara, que cómo podía gustarme, que eso estaba muy mal. De cierta forma me sentí aliviada. Cuando salimos estaba el Luis y Chico. Nos saludaron a ambas por el cumple y la Fer me tomó la mano y nos fuimos lejos de ellos.

Cada día lo quería más, no obstante seguía molesta con él por lo de mi cumple. En una oportunidad en casa de otro amigo en común, me pidió que conversáramos y accedí…

  • ¿Qué te pasa?- dijo tratando de abrazarme.
  • Nada… sólo te quiero lejos de mi- conteste sin mirarlo a los ojos, no podía, ya que si lo hacía sentía que el sabría todas mis emociones. Al final quedamos en ser amigos y retomar lo que habíamos dejado de lado.

El tiempo transcurría y él pasaba todos los días en la casa de mi mejor amiga, sentía celos, rabia… cuando iba a su casa, obviamente él estaba,  Sol le daba permiso para abrazarme, para ponerse a mis pies y le hacía cariño, regaloneábamos, sabía que no era correcta la situación, no obstante yo era muy feliz.

Fin Cap. 3

“Conociendo mi perdición” Capítulo 2

Bastante exótico nuestro encuentro, después de eso no me acuerdo de la cantidad de días que pasaron, pero sí tengo presente que la Sol me decía que los amigos del Chico, le comentaban que él andaba tras de ella, no obstante, ella se negaba a creerlo. Y es de esta forma que, antes que termine el primer semestre de cuarto medio, me confianza que el Chico le gusta, que lo quiere, pero que no sabe qué hacer.

  • Arriésgate- dije sin pensarlo dos veces, obviamente yo aún no asimilaba mis sentimientos por él.
  • ¿Segura?, Ada, él es tan inmaduro…- me contestó.
  • Si lo quieres, hazlo, sino luego te arrepentirás- insistí.

Le costó un mundo conjugar sus emociones y mientras ella lo hacía, él comenzó a ir a buscarla al colegio.

Por otra parte, nosotros habíamos establecido una amistad por msn y cuándo él iba a buscarla, nosotros nos íbamos juntos conversando, descubrí que era una persona muy atractiva, tal como había dicho mi amiga, y omití las referencias hechas por la Rosana.

Un día cuando él la fue a buscar, un día antes de que empezarán a salir y ser novios, llevo un peluche blanco, Sol ya me había hablado de él y que se lo había pedido de regalo a Chico, pero que él se había negado. El peluche estaba gris de sucio, así que mientras caminábamos, me ofrecí a lavarlo y devolverlo al día siguiente. A penas la Sol vio que lo guardaba en mi bolso dijo:     

  • ¿Se lo diste… Chico?
  • Nop, sólo lo voy a lavar- dije contestando por él.

Esa tarde compartimos entre todos y lo pasas muy bien. Ya entrada la noche el Chico y yo conversamos por msn, hasta tarde, ya que el día siguiente era feriado.

En la mañana me conecté y él estaba.

  • Oye tengo lavado el peluche, si vas hoy a la junta que tenemos te lo paso, ¿ya?
  • Te lo regalo…- sólo eso contesto

La verdad es que no esperaba ese gento por parte de él, y acepte sin pensarlo dos veces. Ese fue el primer error que cometí, no escuche a mi razón, no percibí aquella advertencia, no lo hice. Mientras me comentó que Sol le había pedido pololeo…

  • Pero no le he respondido- me confesó- La verdad es que… emm… hay alguien más… otra persona que me gusta mucho… pero no me pesca, o sea me ve como un amigo…
  • Si es así, dile a Sol que sí, total no tienes nada que perder.

Quería lo mejor para mi amiga, así que traté de convencerlo y de cierta manera me resultó. Aquella tarde cuando mi grupo se juntó, primero me reuní con mi amiga, compañera de Chico, Rosana. Ella lo odia y no podía concebir que Sol llegase a ser la novia de él.

Cuando ya llegaron todos me acerqué a él y le pregunté qué onda, sin embargo, obtuve como respuesta un abrazo con fuerza y que por consiguiente me tomará la mano, me llevó lejos del grupo para conversar tranquilos, pero llegó de improviso la Rosana y se sentó con nosotros. Luego al caminar el grupo se dividió en dos. Cuando nos volvimos a reunir, él estaba sólo, apartado del resto, así que le pregunté a Sol si le molestaba que me fuese a dónde él estaba y ella me contestó que no tenía ningún problema. Segunda señal ignorada; la necesidad de estar con él. Ya al final de la jornada ellos estaban juntos… y aunque no lo crean estaba contenta… pero sólo al principio.

“Conociendo mi perdición” Capítulo 1

Cómo empezar… últimamente las cosas no han estado bien. Siempre pensé que las situaciones uno las maneja, sin embargo, no es así. Hace un tiempo conocí a una persona que movió el piso de mis principios.

Para comenzar, mi nombre es Adalis, y lo que más quisiera es ser un ángel, no obstante, no me siento precisamente como uno. Quizás, al leer esto, piensen  que es una exageración de mi parte, ya que, puede que la vida me preparé cosas peores, según lo que dicen los “mayores”, son cosas de adolescentes, pero para mí es una tragedia griega, la que puede volcar la vida sin previo aviso.

Siempre viví inmersa en mi mundo de estudio, amigas y familiares, rodeada de personas que me aman y las por cuales haría lo que fuera. Nunca había tenido amigas como las que logré en mi último año de colegio, y una de ellas se convirtió en mi confidente, por qué no decirlo, en mi hermana, así lo sentía y,  gracias a Dios, ella también así lo percibía. Nos entendíamos muy bien, a pesar, de no coincidir en muchas cosas. Quién pensaría que por ese exceso de confianza las cosas cambiarían. El nombre de ella es Sol y era, si hablo en pasado, mi mejor amiga, en aquel entonces, llevábamos 5 años de una linda amistad, era la persona más cercana que tenía y, lamentablemente, todo tuvo un vuelvo, de forma lenta pero firme… fue así como inició.

Sol me había hablado de un amigo de su primo, un joven que tenía un año menos que nosotras aproximadamente. Decía que era un joven agradable y simpático. Para ser honesta, yo ya sabía de su existencia, por otra de nuestras amigas, que era su compañera, y las referencias que tenía de él no eran las mejores, en cuanto a su personalidad y a sus acciones. Realmente no era alguien de mi interés, primero porque sólo lo ubicaba y segundo, que era bastante maldito por lo que me contaba mi amiga, la Rosana, no obstante, escuchaba con atención a Sol, ya que, para ella era importante.

  • Le dicen Chico, aunque creo que no se llama así. – me dijo la primera vez que lo mencionó, me sorprendí, dado a que lo conocía por Pato.
  • Entonces… ¿cómo se llama? Conteste para seguir la conversación.
  • No sé…- respondió.

Sol siempre me daba respuestas así, y aunque insistiera no me daría una respuesta coherente, pero ella era y es así, me había acostumbrado y la quería tal y como era.

En un principio, hablábamos muy poco de él, casi nada, sin embargo por esas cosas de la vida, lo ví una noche que me fui a quedar a la casa de ella. Entre y vi a un chico vestido de negro sentado en el sillón. Mi amiga nos presentó:

  • Chico, Adalis, Adalis, Chico- no recuerdo exactamente si lo salude de beso o no, lo que sí recuerdo es que terminé sentada fren de él. Por primera vez me causaba curiosidad y o le quitaba la mirada, estaba concentrada y fue él quien me saco de mis pensamientos.
  • ¡¡¡No me mires!!! >_<.- apenas dice eso se esconde. Quede anonadada con su actitud y no lo mire más, de hecho con la Nico salimos y al volver ya no estaba…

Fin Cap. 1