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¿Cuándo un amor no es amor? Capítulo 2

Segunda parte: Primer Amor

¿En qué quedé? Ah… en ese primer amor que se reconoce así mismo como el primero, pero no el único.

Te sientes notado como ser humano, reconocen lo que tú no veías en ti y piensan que se siente bien, que quieres dar lo mejor o al menos eso sentí yo… Sin embargo, tanta estupidez que te entregan de manera comercial y ensucia ese primer amor, con expectativas dignas de series o películas, que no se cumplirán y que traerán dolor y desgracia a tu alrededor.

No obstante, lo das todo, aún cuando no es aprobado el amor que sientes, aunque no eres la prioridad de la persona y eres siempre, en tantos sentidos, la segunda opción.

¿Cuánto tiempo puede durar eso? Pues, el tiempo que quieras, o el tiempo en el que te demores en entender que, es el primer amor de un adolescente, imperfecto, extraño, pero puro. Tan puro que no es digno de este mundo.

Realmente amé a esa persona, creí que podría entregarle todo de mí y que fuera recíproco, pero me equivoqué. Sólo le gustaba ser notado y amad@, y no le bastaba que sólo lo hiciera yo, su inseguridad era tal, que quería que muchas personas lo tuviéramos en estima, en diferentes formatos y tipos de relaciones.

Eso me destruyó y abrió mis ojos, ¿era el ser humano que quería a mi lado? Si… ¿podía dar lo mejor de mí y crecer junto a esta persona? Tristemente no…

Sufrí más de lo que quise y menos de lo que debía, porque por vivir ese amor le hice daño a muchas personas… ¿Me arrepiento de eso? Como todas las respuesta que he dado, NO, no me arrepiento, es parte de lo que me formó como persona, quizás hubiera actuado algo diferente, para poder amar, pero sin dañar, sin hacer mal.

Este extraño amor, pero si, amor al final y al cabo, me permitió entender que era lo que esperaba del amor y con que tipo de persona quería estar, a quien deseaba mostrarle todo de mí.

Y aunque mi mente y mis sentimientos eran totalmente suyos, di un paso al costado, porque, aunque no era ni soy el mejor ser humano del mundo, no merecía que mi amor sólo estuviera basado en llanto y tristeza, porque realmente quería ser feliz y ya.

Sin ser juzgada, sin ser odiada… Simplemente ser.

Fin Parte 2; Primer Amor. ¿Cuándo un amor no es amor?

¿Cuándo un amor no es amor? Capítulo 1

Capítulo 1

Casi la mayoría ha experimentado ese amor doloroso que no te deja respirar o que te quita el sueño nocturno, porque no puedes estar con él, porque no puedes llevarlo bien o simplemente porque no puedes contenerlo en tu pecho…

Pero la pregunta que surge es… ¿cómo identifico cuando es sólo un enamoramiento?, ¿cómo sé que no es sólo una extraña obsesión o ese amor que llaman amor del bueno? Aquel que te hace crecer y cambiar no sólo por el otro, sino que por uno mismo.

Ninguna persona te enseña eso, y como seres humanos imperfectos, lo aprendemos, en ocasiones, de forma muy tortuosa, a veces con daño emocional y metal, que nos deja estancados, preguntándonos; ¿Qué he estado haciendo mal?

Esa es mi historia, de reconocimiento, de replantear todo y crecer.

Pero no daré nombres, ni géneros, hablaré de la persona, del ser humano que he estado siendo y de aquellos que he ido conociendo.

Primer Amor

Aquí estoy, en este mundo, sin haber pedido nacer, sin que nadie me guíe porque hay temas que no se hablan, porque en ocasiones quienes están a tu alrededor, consideran que no necesitan tocar ciertos temas para que aprendas por tu cuenta, sin ninguna mala intención, pero dañándote enormemente.

¿Qué clase de persona fue la primera que les hizo darse cuenta de que ustedes podían ser notados por otras personas?

Mi persona fue alguien cercano, no correcto, en ningún lugar, prohibido si se quiere decir. No es una experiencia de amor propiamente tal, fue algo más de reacción química. Situación que nunca había experimentado. ¿Me enamoré? No, claramente es NO, pero si hizo que mi percepción de ese sentimiento fuera asquerosa, pero excitante. Pero ¿cómo se aclara el pensamiento que rondaba en ese entonces? Simplemente callando y evitando el contacto.

Esa experiencia ¿me acercó al amor que veía en la televisión o películas? No, nuevamente repito la respuesta.

Mi segunda experiencia como persona con otras fue en instancias de formación educacional, ¿me enamoré de alguna de las personas con las que tuve contacto físico? Nuevamente la respuesta es No. Y también fue por lo prohibido de lo que hacíamos.

Por todo esto, te das cuenta de que quizás, estás destinado como ser humano a estar, a pasarlo bien con contextos y personas distintas personas, con las cuales no estableces ningún vínculo similar al amor.

Y entonces creces sólo viendo como el resto de los seres humanos cercanos pasan por algo que tú, sólo has leído o visto por ahí. Repites que esto no es para ti y te conformas.

Entonces, un ser humano te ve, te nota y reconoces eso que has visto pero no vivido…

Me enamoré, sí… Pero nuevamente no estaba destinado para mi… o quizás sí.

Fin Parte 1; Primer Amor.

Eventos mágicos en mi vida, Capítulo 6

Hoy soy Gabriela. He estado trabajando a full, quiero despejarme y el trabajo es una forma de hacerlo, aunque me agoto mentalmente y no puedo pensar en nada más.

  • Gab! ¿Puedes hacer unas horas extras?
  • Si, si, ¿qué necesitas que avance?

Mi compañera me explica todo lo que debo hacer, es mucho trabajo extra, pero me librara unas horas de mi agitada vida.

Salgo del trabajo ya tarde, sólo quiero descansar. He dejado la academia y sólo hago deporte para no establecer una vida sedentaria. Mientras cierro la oficina, siento una presencia detrás mío.

  • Max, me asustaste.
  • Disculpa, quería verte…

Me besa sin previo aviso, hace meses que tenemos una relación abierta, pero le pedí que nadie supiera… Me gusta Max, es un chico agradable… me siento a gusto con él.

Respondo su beso, me gusta besarlo, pero siento que él quiere más y la verdad no puedo tenerlo a besos y abrazos por siempre, pero tengo miedo de que, al tener sexo con él, deba hacerlo siendo hombre o mujer. Y si lo disfruto más siendo hombre, puedo elegir ser siempre hombre y tener una relación con él… O si prefiero el sexo con él siendo mujer…. Cambiaré lo que he sido por mucho tiempo…

  • Alex ha conseguido novio… Les ha dicho a todos que te ha dejado y que ahora empezará una nueva relación.

Mierda, esa una mi excusa para no hacer formal lo nuestro…

  • Yo creo que…- sigue diciendo.
  • Vamos a cenar. Tengo hambre y estoy cansada.

Camina a mi lado en silencio y cabizbajo. Sabe que no quiero hablar del tema y eso lo entristece.

  • Arreglaremos esto mientras cenamos.

Abre sus ojos sorprendido. Lo sé y no puedo evitarlo más, debo darle una respuesta.

Fin Cap.6

Eventos mágicos en mi vida, Capítulo 5

Sigue pasando el tiempo, no soporto los cambios, Alex sólo me utiliza como su falso novio, que en realidad no me molesta, incluso cuando soy mujer igual. Y Max por su parte se limita a entrenarme, a mirarme y hablarme lo justo y necesario.

Me siento incomodo con todo esto, llegó a mi casa y no quiero pensar en nada más que en mi vida normal. Sin estas transformaciones. Estoy hundido en mi miseria cuando suena el citófono. En conserjería me avisan que un chico que dice ser mi amigo ha venido a verme.

  • ¿Cuál es su nombre?
  • Max

Me limito a dejarlo subir, quiero arreglar el enredo entre nosotros. Que exista un acuerdo de paz.

  • Pasa Max, qué necesitas…
  • Sólo quiero que conversemos.

Se sienta y empezamos a hablar de todo un poco, de su vida de la mía, como si nada pasara entre nosotros. Hoy como Gabriel, siento que he recuperado a un amigo perdido. Aunque la atmosfera entre nosotros es extraña… No sabría definirla.

Sin previo aviso se acerca lentamente a mi y recuesta su cabeza en mi hombro, creo sentir los latidos de su corazón… Creo sentir todas sus emociones.

  • Puedes ser honesto conmigo.
  • No quiero sonar repetitivo, pero realmente no para de pensar en ti, en todo lo que eres para mí.

Acaricio su cabello… ¿siempre fue tan suave? ¿siempre he sentido esta calidez cuando estoy con él? Mierda… quiero abrazarlo hasta disipar todo aquello que lo daña.

  • ¿Podrías darme una oportunidad? – pregunta sin levantar su cabeza.
  • Yo creo que…

Fin Cap. 5

Diversas Personalidades (Capítulo Final)

Desde entonces que Esteban se fue al extranjero y Tina se traslado de ciudad por el trabajo de su padre. Aimary y yo llevamos 5 meses, durante los cuales he discutido mucho con ella a causa de que está preocupada por Esteban. El día en que él llegaba lo fuimos a recibir al aeropuerto. Al verlo tanto ella como yo quedamos atónitos. Venia con un niñito en sus brazos era casi igual que él a excepción de sus ojos que eran del color de la mujer que venia a su lado, ella era alta, de pelo corto y rubia. Ellos se nos acercaron.

– ¿Quién les dijo que llegaba hoy?, no tenían por que haber venido así que chao- hablo Esteban.               

– No la presentas- dijo Aimary.          

– ¿Presentarla?, claro ella es Febe y el mi hijo Alexander.           

– ¿Hijo? – dijimos Aimary y yo.         

– Si, tiene 2 años. Los traje a vivir conmigo ahora pueden irse         

– Claro- dijo Aimary- vamos Pablo.         

– Si, chao Esteban, cuídalos, Febe, Alex- dije.      

Durante el trayecto ella no dijo nada, iba cabizbaja.

– ¿Aún te gusta Esteban?, todavía no consigo que solo pienses en mi.      

– No puedo evitar, pero eso no quiere decir que no te quiera, has ganado mucho más que ninguno diría yo.    

– Si lo sé, me he dado cuenta, ves que soy irresistible.      

Ella rió y dijo:

– Tú eres el único que no ha cambiado sigues igual de orgulloso y creído, pero no importa porque así y todo me gustas- respondió.       

– lo sé perfectamente- dije ya más alegre.    

Cierto día Aimary y yo estábamos solos en mi casa, era una oportunidad única y la empecé a seducir, la besaba, estaba funcionando. Cuando ya estábamos, ambos, sin camisa ella me separó.

– No por favor      

– Eres una… imbécil ¡ándate!, he esperado tanto y tú lo único que haces es pensar en ese idiota. Vete.       

Ella se puso a llorar se vistió y se fue sin decir ni una palabra. Camino triste, se sentó, en el parque, Esteban la vio y se acerco.

– ¿Qué te pasa?, no debes llorar.      

– ¿Te molestaría dejarme sola? – dijo Aimary          

– No es el momento de estar sola            

Y sin decir más ella se paró y se fue, pero él la detuvo.

– No te iras- y la abrazó, luego le tomaría la cara para besarla, pero ella le dijo.       

– No le haré esto a Pablo ni tu a tu pareja- al decir esta se fue corriendo dejándolo solo.         

Luego de que discutimos me arrepentí de lo que dije y salí a buscarla. En el parque me encontré con Esteban.

– Pablo, ¿qué le dijiste para que estuviera así?, no te entiendo, hiciste tanto para estar con ella.     

– ¿Para donde se fue?    

Pero no respondió, entonces salí corriendo, la busqué, pero no la encontré. Esteban la fue a ver y la abrazo para consolarla, pero como hombre tuvo el deseo de tenerla. Comenzó a besarla y ella se dejó, siguió por desvestirla, todo continuo su curso esperado. Cuando acabaron Esteban la besó en la frente. 

– ¿Por qué? Esteban yo…- y se puso a llorar.          

– Eres linda, pero esto no debió ocurrir nosotros tenemos pareja- se levanto y comenzó a vestirse.     

 – Si lo mejor será no vernos- respondió Aimary.   

Al despedirse Esteban no lo pudo evitar y la besó. Como se habían puesto de acuerdo no se volvieron a ver, al mes supe que Esteban se había ido a vivir con su pareja e hijo a Inglaterra. Cuando volví a verla ella no me hablaba, si a penas me miraba.

El día viernes Tina vino a verme lo que dijo e hicimos aún me pesa en la conciencia……     

– Mira he venido decidida a todo- habló Tina           

– Si que……- pero no termine por que se abalanzó sobre mi. Estábamos en lo mejor cuando entraron.       

– Pablo, estaba la puerta abierta y pa……- era Aimary, que no se puso más roja porque no podía, al vernos salió corriendo. Al hacerlo cruzó la calle sin mirar y.… la atropello un camión. Estaba grave en el hospital.           

– Todo es culpa mía- dije cuando llegamos Tina y yo a la clínica.      

– Ella estará bien, se que no es lugar, pero, ¿quieres pololear conmigo? – preguntó Tina          

– No es el momento- respondí.   

– Piénsalo. Creo que hay que avisarle a Esteban- dijo.   

No respondí porque solo el hecho de decirle a Esteban me asustaba. Él llegó a la semana y casi me mata. El doctor hizo muchos exámenes y no dijo que ella a causa del accidente quedaría vegetal, solo atinamos a quedarnos en silencio. Uno por uno paso a verla primero Tina.

– Que pena verte así. Te diré una coso me quedare con Pablo, el necesita de alguien a su lado- y salió. En seguida entre yo.       

– Aimary- comencé- daría mi vida para que tu estés bien- y no pude seguir porque de mis ojos empezaron a brotar lagrimas muy sinceras. Estuve mucho rato con ella hasta que me pidieron salir para que entrara Esteban. Estuvo mucho rato en silencio, solo miraba por la ventana, luego habló:       

– Ahora que tú estas así me di cuenta de que te amo y que jamás debí dejarte, no sabes cuanto me arrepiento- se agacho y la beso primero en la frente y luego en los labios. Al salir dijo:          

– El doctor me dijo que el embarazo seguirá su curso a pesar de…- pero no termino- cuidare muy bien de nuestro hijo, será el mejor recuerdo de nuestro amor……- terminó.      

FIN

Internada (Capítulo 4)

Al salir del hospital en mi casa había gente esperándome, cuando entre el Benja hablo:   

– Lamento no haber ido, pero me alegro que estés bien- y me abrazo al hacerlo hablo a mi oído- no te vuelvas a enfermar, tú eres…- pero no terminó     

– Gracias no tenían por qué haber hecho esto- y agregue con rabia- en serio no debieron, pueden irse quiero estar sola.  

Todos quedaron atónitos con mi petición y cumpliendo se fueron. Por fin sola, bueno no tan sola ya que estaba mi abuela, ella dijo:                                                                                                         – Hija, ¿qué te pasa?,  Jamás habías hecho algo así, ¿será que todavía te afecta la muerte de tus padres?         

– No, no es eso, si quiere saberlo que ellos hayan muerto no significa nada- conteste                  

– Para mañana tienes hora con el sicólogo, ahora si quieres estar sola vete a tu habitación y no salgas.       

– OK.      

Jamás se me había ocurrido ir al sicólogo, que le diría, mi abuela estaba loca ella es quien necesita ir no yo.    

En la tarde del otro día, tuve que ir, estuve esperando unos minutos cuando me llamaron mi abuela quería entrar pero no se lo permitieron. Al entrar esperaba ver a un viejo con cara de comprenderlo todo, pero me encontré con un joven de unos 25 años aprox. 

– Hola, mi nombre es Eduardo, te diré un secreto, tú eres mi segundo paciente, soy recién egresado- termino         

– Si…. interesante….. si- dije mirando una foto con cierta sorpresa.      

– si quieres ver la foto de cerca, toma.   

Confirmando lo que mis ojos veían en la foto salía el Benja. 

– Disculpe, ¿este joven es su hermano?- dije  

– Sí, ¿lo conoce?   

– No- respondí     

– Bueno comencemos, tomo asiento…..    

La sesión fue todo un desastre, él trataba de hacerme hablar, sin embargo no articule palabra alguna, excepto para despedirme.

Estuve yendo a estas citas durante 3 meses, claro que no dieron resultados yo no hablaba, entonces mi abuela me amenazó con quitarme todo, pensé que no lo cumpliría, pero lo hizo.

En una de las sesiones el sicólogo logro hacerme hablar.

– Hola, siéntate     

– Hola.   

Y como siempre lo hacía me quede callada observando el lugar que ya me sabia de memoria. 

– Sabes, el Benja quería venir para preguntarte porque no hablas- contó        

– Creo que no es asunto suyo- respondí        

– Te hice hablar, es un gran paso. Tu caso ha sido el más difícil, tu abuela me dijo que te enviaría a otro sicólogo. – comento      

– Pues no servirá no diré ni una palabra con nadie  

– ¿Por qué?     

– Porque no entiendo que quieren que cuente, acaso desean escuchar que me desgarro por la muerte de mis padres, pues lamento decirles que no es así.

– ¿No los querías?- pregunto         

– Claro que los quería, al principio quería morir con ellos, pero con el tiempo aprendí que todos debemos morir y lo di por superado- conteste        

– Mm… y ¿qué piensas de tu abuela?     

– Creo que…. espera ya he dicho mucho- y volví a mi mutismo de siempre.     

– Vamos termina, quizás tu abuela cambie de opinión….  

Lo mire intrigada él sabía lo que mi abuela me había hecho, entonces pensé que ir a otro sicólogo sería un problema, así que decidí hablar.

– Esta bien, terminemos, creo que es ella quien necesita ir a un sicólogo, ella está mal….          

– Pues ella ya va, se terminó la hora, debo decirle a tu abuela que….        

– Si se lo dirá todo yo no vuelvo a hablar- dije     

– No solo le diré lo que quiere escuchar, llámala…..  

Mi abuela después de conversar con él, salió muy contenta, me dejo en casa y volvió con un sobre, en él había una foto.

En ella salían 4 personas:

Al lado izquierdo muy sonriente salía Bruno; se notaba su cambio, su cuerpo…. era el de todo un deportista bien dotado, lo que aún conserva es el color tan singular de sus ojos que son plomos, también su cabello castaño desordenado y su piel clara, para que decir que si no tuviera estas características se daría a notar por su estatura que es 1.80. tomado de su brazo sale Lena ella no es tan alta mide 1.63, lo que encuentro más bonito de ella es su pelo, largo ruliento de color rubio ceniza, es delgada muy delgada. Luego seguía el Benja, no parecía muy contento de salir en la foto, quizás lo obligaron, bueno él es el más alto mide 1.82, su cabello es negro y la tiene como un verdadero puerco espín, es de piel clara y de ojos de color verde musgo a diferencia de Bruno es delgado. Y por último más que enojado sale serio es mi sicólogo Eduardo, debe medir lo mismo que Bruno, es lo opuesto a su hermano Benjamín, él es trigueño, de pelo castaño oscuro corto, sus ojos son de color miel, y se me olvidaba mencionar que al igual que yo usa lentes, lo que más me gusta de él es su barba en forma de candado que lo hace ver tan… guapo. Era genial, todos salían muy bien solo me molesto ver a Lena tomada del brazo de Bruno, no es que estuviera celosa al contrario, estoy muy contenta de que estén juntos desde que nos conocemos que a ella le gusta, lo que encuentro raro es que no digan que son novios.

Una tarde mi abuela dijo que no tendría que ir mas al sicólogo, pero me quedaría sola en casa porque ella saldría, entonces se me vinieron las palabras de Eduardo; “Pues ella ya va al sicólogo”, y decidí seguirla…

Fin Cap.4

Internada (Capítulo 3)

Por fin empezó la semana estaba ansiosa por ver a Lena que me contaría que había pasado con Bruno, sin embargo, al llegar ella ni me saludo, cuando por fin la vi sola me acerque a hablar con ella.      

– Hola, no te vi bien y no quise molestar- dije          

– Sabes, Bruno me invito a salir para hablar de ti, crees que estas mal pero yo le dije lo contrario.      

– Y lo estoy, quiero decir, yo estoy… bien muy bien- aseguré   

– Al final paseamos comimos helados y…….

– ¿Qué?- pregunte    

– Él y yo nos….     

– Es lo que pienso?   

– Sí- mintió    

– Que bien    

– No le digas que te conté.     

Pasaron 2 meses desde esa conversación y también hubo muchos cambios: el Benja se convirtió en el más popular junto con el Bruno, este último ya no iba a mi pieza. El Benja no me hablaba y Lena pasaba mucho tiempo con Bruno, o sea que más sola no podía estar. Una tarde se puso una pareja se puso a conversar debajo de mi balcón, sus voces me eran conocidas pero no salí a ver, sin embargo escuche lo que decían.

 – Tú me gustas porque no me das una oportunidad.             

– Sabes perfectamente que solo eres mi amiga- decía él- te lo dije la otra vez- agrego    

– Todavía te….

– No, a ella le gusta el nuevo

– Ves entonces que esperamos…….        

Luego de esto se fueron entonces sentí una angustia enorme, necesitaba desahogarme, pero mi di cuenta de que no tenía a nadie a diferencia de mi abuela que tenía a Max, yo estaba sola entonces lloré como nunca y me di cuenta de que jamás tendré a alguien en quien poder confiar, me di cuenta también de que Bruno y yo compartíamos algo una careta dice conocernos, pero…… Entonces me dormí fue un sueño intranquilo, me sentía mal, para levantarme me costó mucho, y cuando estaba en la puerta del comedor me desmayé.

– Miré, está despertando- oí la voz de Bruno.      

– Hija, ¿estas mejor?- dijo mi abuela        

– Sí, ¿por qué se preocupan si solo me desmaye?     

– Si claro solo un desmayo, has estado aquí por un mes- respondió Bruno      

– Han venido muchos compañeros a verte- agrego mi abuela.       

– ¿El Benja también?- pregunte       

– No, él, no ¿por qué preguntas?- dijo Bruno          

hice lo mismo que él, o sea no conteste, luego entro el doctor y pido que se fueran porque la hora de visitas había terminado. Cuando ya era muy tarde oí la voz de una mujer que decía:

– ¿Por qué no se murió? Hubiera sido todo más fácil…

Internada (Capítulo 2)

El fin de semana fue el más aburrido, solo salía de mi pieza a tomar desayuno y a almorzar, y para rematarla me encontraba con el nueva que cada vez que me veía ponía cara de perro. Entonces el día domingo me acerqué y le dije:

– Si te hice algo dímelo, siempre hay que ser educado y presentarse, mi nombre es Yumi

– El mío es Benjamín. Permiso

Por fi llego el día lunes, aunque no fue mejor había una niña que me odiaba, justo me la encontré y dijo:

– Miren la que quiere dar pena.

Iba a responder, pero la Lena me detuvo.

– No le hagas caso.

– Ella tiene razón- respondió bruno

– No diré nada, tranquilos, hola, Bru, no te había visto.

– ¿Adivinen con quien comparto el cuarto?                      

– Con el nuevo, ¿No?- respondí

– Sí- dijo Bruno y agrego- es un antipático, ese es el comentario del día.          

– Nada nuevo

– No lo conocen, son unos prejuicios-  respondió Lena en forma tajante.           

Cuando me iba a sentar a desayunar el inspector se acercó y me dijo que tendría que mostrarle el establecimiento al nuevo, por esto no iría a clases. Cuando termine de desayunar me acerque a él y como siempre tan simpático me dijo:   

– Te diré lo mismo que cuando te vi; ¿Te debo qué me miras?       

– Fíjate que para desgracia mía tengo que mostrarte el establecimiento, mientras más rápido mejor ¿No? , así no nos tenemos que ver las caras, ¿Cierto?     

– Mm….. Mm….       

– Bueno empecemos por….         

El pasea fue como si hablara con las paredes, él no dijo nada.

– Por fin terminamos, tus comentarios son agradables.    

Cuando levante la vista para verlo me di cuente que él estaba inclinado tratando de ver mis ojos, que con mis lentes no se veían .

– Te pasa algo si quieres me saco los lentes- dije, pero él no respondió y se fue dejándome sola, entonces grité:

– Eres extraño, sabes!!!

Y para mi sorpresa se dio vuelta y me miro como si quisiera sonreír, sin embargo se dio vuelta y siguió su camino. Al final del día me puse en el balcón, al rato entro Lena y luego subió Bruno y dijo:

– Te doy mi pésame por el día de hoy.       

– Saben, al final no fue tan malo.- respondí        

– ¿Por qué, lo dices en serio?- hablaron Bruno y Lena      

– Porque fue como si hablara con las paredes, él no dijo ni pío.   

– Ven primero deben conocer a las personas- dijo Lena     

– Oye Bruno, ¿por qué no tocas la armónica? – le dije

– ¿Tú, tocas la armónica? – pregunto Lena     

Pero Bruno no respondió, al parecer yo había metido las patas.

– Bueno me voy- se despidió Bruno.    

– Yo también- hablo Lena        

– OK     

Me acosté y dormí altiro, pero luego de unas horas sentí ruidos en el balcón salí y vi a Bruno.

– Sube- dije    

– No tocare la armónica aquí abajo y solo para ti; mi mejor amiga.       

– Entonces, te escucho.     

Toco largo rato yo lo escuchaba con atención, luego vi la hora y eran las 3:30 a.m.   

– Chao, Yumi    

– Gracias, Bruno, que duermas bien.     

Al día siguiente fui a clases normal, y a la hora de almuerzo me encontré con Bruno, que no lo veía desde la noche.

– Hola, Yumi, ¿haces algo el sábado?     

– Te recuerdo; estoy castigada- respondí 

– Ah… bueno chao, espera ¿y Lena hace algo?          

– No sé, perdón que pregunte, ¿quieres que te haga la movida con ella?                      

Como siempre lo hacía no contesto y se fue, a pesar de conocerlo poco, sabía que algo le preocupaba. En el recreo lo vi conversando muy animado con Lena. Ella vino muy animada a contarme lo que él le había dicho:

– Adivina, Bruno me invito  a salí, ¿qué te parece?    

– Bien, sabía que lo haría porque me pregunto qué harías el fin de semana. Aprovecha…        

Terminando la semana volví a quedar sola, pero no fue tan aburrido, esta vez Benjamín se acercó a hablarme.

– Se que soy antipático y todo eso, pero tú me caes bien por eso lo hago, ¿te pasa algo te noto rara? – y antes de que terminara agrego- el otro día te vi sonreír y tus ojos desaparecen, sin embargo….    

– ¿Sin embargo que….?       

– Nada.    

– Respondiendo lo anterior no estoy triste solo que no quiero que mi abuela este sola.     

– No creo que este sola tiene a tus padres ¿No?        

– No, te equivocas     

– ¿Por qué?     

– Están muertos       

– Yo… lo siento, en serio.   

– No te preocupes estoy bien. Permiso       

Y me fui a mi pieza a dormir un poco estaba algo cansada. Al despertar empecé a ordenar y encontré los apuntes de mi abuela, que eran como unas 21 hojas, comencé a leerlas….  

Mientras Lena y Bruno estaban en el parque.

– Bueno dime para que me invitaste a salir- dijo Lena    

– Es para hablar de Yumi.      

– ¿Si?    

– Lo que pasa es que creo que esta triste por lo de sus padres   

– No, ella está bien, yo la conozco- dijo algo molesta.       

– ¿¿Dije algo que te molesto?? – pregunto Bruno      

– Nada, es que me duele la cabeza, y de verdad que ella está bien.      

– Si yo te creo, entonces, te invito a un helado.- contesto Bruno   

– Perfec, vamos conozco un lugar…    

Internada (Capítulo 1)

– Hace poco que entre a este internado, mi abuela Emina dijo que era lo mejor para mí, por lo de mis padres, hace una semana que murieron. A mi abuela le afecto mucho la muerte de su hijo, Franco, debe ser porque era el único y a mí también me afectó, yo los quería mucho.

Cambiando de tema, el internado es mixto, es genial. Antes de venir estuve revisando el sótano y encontré unos apuntes de mi abuela, en donde habla de un tal Vicente y Max, supongo que no le molestara saber que sus apuntes no están…

– Permiso, Yumi, es la hora de cenar- dijo mi amiga, Lena

– Sí, ya voy- y dejé de leer la historia de mi abuela- Bruno estuvo preguntando por ti, se me había olvidado decirte- le comenté a Lena

– Llegamos- respondió ella evitando el tema.

El comedor es amplio, le di un vistazo para ver algo diferente, pero todo estaba como siempre, la misma gente y los mismos comentarios:

– Mira, la nueva- se oía decir

– Sí y es huérfana- respondían

Hace ya 3 días que hacen los mismos comentarios, me dio rabia y decidí responder:

– Huérfana no soy, tengo a mi abuela, y si tienen algún problema díganlo, ¡OK!

Justo cuando terminé de hablar apareció el inspector y dijo:

– Hace una semana que estas aquí, es un periodo corto para recibir un castigo, ven.

Al salir oí que Lena me decía:

– Eres una tonta, no debes hacerles caso…

El inspector me miró, luego habló:

– Ve a tu cuarto, te quedaras sin salida por una semana, le avisaremos a tu abuela, ah, y te quedaras sin cena.

Estar confinada a mi cuarto no es nada, ya era muy tarde cuando sentí a alguien en el balcón, salí y vi sin sorpresa que era Bruno.

– ¿Molesto?, tú no estás tan gorda como para irte sin cenar, ¿no? – dijo

– Ja, dices no estoy “Tan”, o sea que…

– Permi, del tiempo que llevo aquí nadie había respondido los comentarios, eres valiente- comentó y se sentó.

Habitualmente él hacía paseos nocturnos, es muy especial, sociable, sin embargo, nadie lo conoce de verdad. Mientras conversábamos él dijo:

– Puedo tocar la armónica- y agregó- ¿qué otro castigo tienes?

– Tócala, no puedo salir…

Escucharlo tocar me relaja tanto que empecé a cabecear, quizás esto le molesto, porque se levantó y dijo:

– Si te aburro me voy, chao

– Espe…. ra- pero ya no estaba

Al día siguiente todos se iban como todo fin de semana, y me quedaría sola.

– Chao, Yumi, decía Lena- nos vemos el lunes.

Cuando me despedí de todos, había un joven con su abuelo, este último le decía:

– Lo siento, Benja, pero si tus padres lo decidieron

– Pero abuelo Vicente, ¡¡¡ahg!!!, Esta bien, adiós.

Y entro, entonces me vio y dijo:

– ¿Qué miras, te debo?

Lo observe, pero no le respondí, se veía mayor que yo, debe tener la edad de Bruno, o sea, 17 años.

Fin Cap. 1

Vida universitaria (Capítulo Final)

Por fin era el último día en la “U” y Sofía no apareció, ella jamás faltaba decía que el primer y el ultimo día eran los mejores…

– ¿Tú la quieres aún? – le pregunto Javier a Marc     

– Es inevitable- contesto Marc- a pesar de todo.              

– Hablando del rey de roma- y diciendo esto se fue.      

Ella venia con un pañuelo en la cabeza estaba muy seria.

– Hola Marc, ¿podemos hablar?            

– Pensé que había quedado todo claro.      

– No, yo estaba mal y lo siento- diciendo esto se sacó el pañuelo y dejo a vista de todos, el camino que había decidido tomar.      

– Tu cabello, ¿por qué te lo rapaste y al cero para rematarla? – dijo Marc.     

– Veras la apuesta era la siguiente, si yo ganaba tenía el dinero, pero si no debía raparme- contesto Sofía.       

– Pero lo hiciste, quiero decir ganaste- objetó Marc.      

– Déjame terminar, es cierto lo hice, pero era sincera, decidí devolver el dinero y cumplir la otra parte, yo te quiero y si gané por así decirlo, serás capaz de perdonarme- al levantar la vista se dio cuenta de que Marc no estaba. A ella se le acerco su amiga y le dijo:    

– No sirvió de nada tu arrepentimiento, te hubieras quedado con el dinero.    

– Cállate, el me perdonara……      

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Llego el último día del año y lo pasarían todos juntos. Javier que ahora estaba soltero se acercó a Agustina una vez más.

– Agus, ha sido genial conocerte ha sido el mejor año- dijo Javier.                

– Javier, tú todavía quieres……..         

– Sí, sí, ¿piensas darme una oportunidad?      

– Bueno, sí, gracias a la intervención de una persona que no quiero nombrar- dijo mirando a su hermano.   

– Gracias Marc- dijo Javier abrazando a la Agustina.   

– Hermano, ya tendrás lo tuyo- al terminar de decir esto apareció Sofía.      

– Hola Marc- dijo ella     

– Sofí…a, ¿qué quieres?          

– Mírame a la cara y dime que no me quieres ver y que me detestas- Él la miro y dijo:     

– A pesar de todo, yo te amo y estoy dispuesto a darte una oportunidad, yo no te puedo odiar- al ver el rostro de su hermana agregó- Si yo la perdono tú también.     

– Bueno, tu felicidad es la mía- dijo Agustina, que se notaba muy molesta.      

Marc abrazo a Sofía y se besaron.

A pesar de todo había sido un buen año.

FIN